Guy Williams, el actor reconocido por interpretar a Don Diego de la Vega, vivió en la Argentina y se enamoró del país al punto de presentarse para ir a la guerra
Pasado un nuevo aniversario de la conmemoración del día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas, en redes sociales se viralizó una poco conocida historia del actor Guy Williams, popularmente recordado por su interpretación de Don Diego de la Vega en la serie de “El Zorro” de los años ´50, que lo pinta como uno de los extranjeros que más se ha entrañado con la cultura e historia argentina.Su nombre verdadero era Armando Joseph Catalano, de ascendencia italiana. Nacido en Nueva York en 1924, alcanzó la fama internacional por interpretar al legendario héroe enmascarado en la serie de televisión producida por Disney.Tras el éxito de “El Zorro”, Williams participó en otras series de televisión como “El Coyote” y “Perdidos en el espacio”. También incursionó en el cine, aunque con menor éxito. Más allá de su talento como actor, fue un hombre carismático y amable que conquistó a muchos de sus fanáticos sólo con su personalidad.
Su interpretación del héroe justiciero, con su capa negra, espada y látigo, cautivó a audiencias de todas las edades y generaciones, en una serie que se transmitió en más de 50 países y aún hoy conserva un lugar especial en la cultura popular.
Guy Williams y Henry Calvin en el aeropuerto de Ezeiza
Ya muy famoso, en la década de 1980, Williams se radicó en Argentina, país que lo había acogido con cariño durante sus giras teatrales en los años 70 y donde pasó sus últimos años de vida hasta su muerte en 1989, dejando un legado imborrable como el héroe de familias enteras.
Voluntario para ir a Malvinas
Tras varios años viviendo en el país, en pareja con la actriz argentina Araceli Lizaso, personas de su círculo íntimo revelaron que el actor italoamericano se encariñó con la cultura y el público argentino al punto de animarse a poner en riesgo su vida por estos valores.
Guy Williams y Araceli Lisazo en Mar del Plata
Corría el 2 de abril de 1982 cuando el Teniente General Leopoldo Fortunato Galtieri tomó la decisión de comenzar con la Operación Rosario, el desembarco de tropas argentinas en las Islas Malvinas. Al día siguiente, el 3 de abril, se llevó a cabo la Operación Georgias, ocupando las Islas Georgias del Sur.
Galtieri había asumido la presidencia en diciembre de 1981 y buscaba desviar la atención de la crisis económica y social del país mediante una acción militar.
En ese entonces, Williams tenía 58 años y si bien siempre tuvo una gran habilidad para disparar, no calificaba con la edad para entrar en combate. A sabiendas de esas circunstancias, el norteamericano igualmente se ofreció para manejar una ambulancia militar y envió una petición formal a la Embajada de Estados Unidos en Argentina para que lo habilitaran. Pese a sus buenas intenciones, no lo convocaron.
La guerra duró 74 días y finalizó el 14 de junio de 1982 con la rendición argentina, con un saldo de 649 soldados argentinos muertos y 1.068 heridos, y 255 militares británicos muertos y 777 heridos.
Tras no poder brindar su servicio al Ejército argentino, y haciendo gala de su gran sentido del humor, Guy Williams expresó que “la Argentina se perdió a El Zorro peleando por las Malvinas”.
La placa en homenaje a EL Zorro
Años más tarde, colocaron una placa de cerámica en un monumento de San Andrés de Giles, 103 kilómetros al Noroeste de la Ciudad de Buenos Aires, haciendo un homenaje a este ídolo de la cultura popular. La inscripción, que tiene una “Z” dibujada en una de sus esquinas, fue colocada el 1 de abril de 2020.
“Al ciudadano estadounidense, Guy Williams, ‘El Zorro’, por ofrecerse a luchar por nuestra noble causa”, le agradecen en este homenaje los veteranos de Malvinas.
Aun cuando el ofrecimiento para luchar en la pelea por las islas no fue aceptado, Williams se quedó en el país hasta que murió el 30 de abril de 1989 en Buenos Aires, a los 65 años, producto de un aneurisma cerebral. Estaba solo y, según dicen, llevaba años devastado por la falta de trabajo.
Gracias a las gestiones realizadas por Fernando Lúpiz en la Asociación Argentina de Actores, los restos de la estrella de Hollywood quedaron alojados en el panteón que la entidad tiene en el cementerio de La Chacarita. Hasta que, recién dos años más tarde, se le enviaron a su hijo mayorlas cenizas y él se encargó de cumplir la voluntad de su padre, de esparcirlas sobre las montañas de California y el Océano Pacífico.