Un 8 de abril del 2001, Boca goleó a River por 3 a 0 en La Bombonera, pero todos los flashes de la noche se las llevó el ídolo xeneize que no dudó en demostrarle al por entonces Presidente de la institución su descontento.
Se cumplieron 23 años del día en que Juan Román Riquelme enfrentó con un “Topo Gigio” a Mauricio Macri, ante una Bombonera repleta y en medio de un superclásico. El símbolo fue replicado por varios jugadores, entre ellos Lionel Messi, en distintas canchas del mundo, quedando como emblema de protesta y justicia.
En aquel 8 de abril pero del año 2001, el flamante equipo de Carlos Bianchi se imponía ante River por 1 a 0, cuando en un contragolpe, Franco Constanzo le comete penal a Clemente Rodríguez. Esa era la gran oportunidad de Riquelme, no solo para ampliar el marcador; no se sabe si estaba pensado de antemano, posiblemente no lo sabremos nunca… lo que si conocemos era el contexto: esto sucedía en medio de rumores de cierto malestar entre la dirigencia y él, que no dudó, pidió la pelota y se plantó en el área chica. Momento de tensión, el ídolo xeneize ejecutó el tiro y el arquero de River se lo atajó; pero fue en busca del rebote y metió un gol de cabeza, uno de los pocos que debe tener en su carrera. Y dio inició a una corrida eterna, en la que le fue pidiendo a sus compañeros “tiempo”, llegó a la mitad de la cancha y se paró frente al palco del por entonces presidente de Boca, Mauricio Macri, y mientras La Bombonera se caía vitoreando su nombre, se llevó sus manos a los oídos. Esos segundos también fueron eternos, ante la vista del mundo, un pibe de 22 años se dispuso a desafiar el poder de uno de los hombres más influyente de la Argentina, que solo atinó a llorar y mirar para un costado.
Finalmente, Boca se impuso por 3 a 0 y Román fue uno de los jugadores del partido. Y cuando le consultaron por el festejo, respondió irónicamente: “Es para mi hija, porque le gusta el Topo Gigio”.
El Topo Gigio de Juan Román Riquelme se convirtió en un festejo icónico
Ese gesto trascendió fronteras, tiempo y disciplinas, y se convirtió en uno de los símbolos contra la injusticia, tanto es así que en el Mundial de Qatar 2022, en el partido entre Argentina y Países Bajos por los cuartos de final, y en medio de un partido “chivo”, promediando el segundo tiempo, Lionel Messi convierte el penal que le da el 2 a 0 a la albiceleste. Casi imitando la escena del 2001, La Pulga corre hasta la mitad de la cancha, se para frente a Louis Van Gaal, pega un saltito y se pone las manos en las orejas.