A River le alcanzó con dos golazos del colombiano Miguel Borja para vencer a Libertad por 2-0, estirar su racha triunfal en el Monumental en Copa Libertadores, avanzar a los octavos de final del certamen continental y clasificarse al Mundial de Clubes que se desarrollará el año próximo.
A lo largo de los 90 minutos el equipo orientado por Martín Demichelis fue superior, aunque le costó expresarlo en la red. Recién en el final de cada etapa el Millonario pudo marcar a través de su máximo goleador del año que sigue intratable.
Ahora el desafío será enfocarse en la Liga Profesional para cerrar en un par de semanas su participación en la fase de grupos recibiendo a Deportivo Táchira de Venezuela el próximo jueves 30 de mayo.
Si bien había dominado buena parte de la primera mitad, a River le costaba quebrar el cero. Las posibilidades abundaban, pero el gol no llegaba y si bien no había impaciencia en el colmado Mas Monumental, la cosa se empezaba a complicar.
Lo tuvo Nacho Fernández, que viene levantando su nivel, pero su disparo pegó en la parte externa de la red. También dispuso de un par de chances el Diablito Echeverri, pero no anduvo certero al dar la puntada final. Y Sant’Anna, y Colidio y Aliendro… Pero el gol no llegaba.
Hasta que en el minuto 41 de esa parte inicial Milton Casco sacó un centro desde la izquierda, Borja la enganchó de manera poco convencional hacia adentro y con un derechazo sometió a Rodrigo Morínigo.
Justo premio para un equipo que manejó el balón y fue más agresivo, aunque también hay que reconocer que en algún ataque aislado la visita volvió a evidenciar que la defensa millonaria necesita más solidez.
En el complemento el trámite arrancó un poco más parejo, pero con el correr de los minutos River volvió a dominar y en el cierre lo liquidó con un golazo de Borja, quien, sobre los 39, en una contra, tomó la pelota por el flanco izquierdo, se corrió hasta cerca de la medialuna y sacó un derechazo esquinado que selló el resultado final.
Fin de una linda jornada para River en la que sus hinchas, que colmaron una vez más su estadio, se reconciliaron con su entrenador, al que esta vez ovacionaron cuando fue anunciado el equipo titular. Hay paz en Núñez y festejos al ritmo del Colibrí.