El entrenador de Boca asumió la culpa tras el increíble 1-1 ante Fortaleza por Copa Sudamericana.
BOCA sufrió “un mazazo fuertísimo”. Así definió Diego Martínez el sorpresivo y agónico empate 1-1 con Fortaleza por Copa Sudamericana, que dejó al Xeneize segundo y sin depender de sí mismo para alcanzar la cima.
“Estoy con bronca por haber perdido dos puntos. Veníamos haciendo un partido perfecto, el que uno sueña. Yo soy el gran responsable, yo tengo que imponerme, tener la cabeza fría y dar algo más para no sufrir”, sostuvo el entrenador al repasar el córner a favor en el final del encuentro que terminó en gol de los brasileños. El ex Huracán aseguró que “lo de hoy es una derrota” y argumentó: “Nuestro objetivo era terminar primeros y ya no depende de nosotros“. Además destacó que “el equipo fue ampliamente superior durante 89 minutos, esta manera me deja más tranquilo para lo que viene”.