Ángel Emiliano Ochoa tiene 28 años, es programador web y cumple una condena de 13 años en un penal de Santa Fe. Sus abogados solicitaron el beneficio de las salidas transitorias para que pueda terminar la aplicación antes del 7 de diciembre, fecha que le impuso la empresa Meta
Ángel Emiliano Ochoa tiene 28 años y está preso desde 2017 en el pabellón 20 de la Unidad XI de Piñero, provincia de Santa Fe. A pesar de que cumple una condena de 13 años por el delito de robo de automotores, eso no le impidió seguir estudiando y perseguir sus sueños. Si bien ya había ingresado al penal con los títulos de diseñador gráfico y programador web, continuó perfeccionándose en matemáticas y aplicó para un programa de jóvenes talentos de Meta, la empresa fundada por Mark Zuckerberg (dueña de Facebook, Instagram, WhatsApp y Threads, entre otras), del cual resultó elegido. La idea se lo ocurrió íntegramente en la cárcel. Si bien ya había ingresado al penal con los títulos de diseñador gráfico y programador web, continuó perfeccionándose en matemáticas y aplicó para un programa de jóvenes talentos de Meta, la empresa fundada por Mark Zuckerberg (dueña de Facebook, Instagram, WhatsApp y Threads, entre otras), del cual resultó elegido. La idea se lo ocurrió íntegramente en la cárcel. Es por eso que sus abogados defensores, Alejandro Impallari y Damian Andrés, buscan que la justicia santafesina le otorgue a su cliente una morigeración de la pena para cumplir con los compromisos asumidos: tener desarrollada completamente la aplicación antes del 7 de diciembre. “La app la desarrolló hace dos años con la ayuda de un teléfono celular obsoleto. No lo ayudó nadie. Tiene todos los algoritmos detallados de manera manuscrita. En total son como 20 hojas”, contó a Infobae el abogado Impallari, quien aclaró que en ese momento no había tantas requisas como ahora y que era más fácil que los reclusos tuvieran acceso a un celular.
“Solía ubicarse en uno de los rincones donde hay más señal, ya que en el penal hay muchos inhibidores, y se ponía a trabajar”, agregó. Así, diferenció a su representado de otros reclusos que utilizan esos dispositivos para delinquir. De todas maneras, aclaró que hoy ya no cuenta con teléfono móvil.
“La app que ideó emplea inteligencia artificial para tener en un solo clik el precio más bajo y más cercano de los productos y servicios que uno desee”, explicó Impallari.
Si bien él siempre estuvo al tanto de este proyecto, Ochoa hizo la presentación ante Meta por su cuenta. “En la página web de la empresa hay un apartado que se llama ‘Desarrolladores’, que es como una convocatoria abierta a profesionales de todo el mundo que quieren enviar sus proyectos”, aclaró.
A pesar de que es muy difícil pasar el primer nivel de admisibilidad, Ochoa superó esa instancia pero está con sentimientos encontrados. Pasó del entusiasmo a la frustración en cuestión de días ya que su situación procesal no le permite solicitar salidas transitorias. “A pesar de que ya cumplió con la mitad de la condena y está en condiciones de pedir la condicional, está siendo investigado por otro delito; que es el de encubrimiento”, explicó el letrado.
En este contexto, los abogados de Ochoa pidieron que se respetara su derecho constitucional y el de los tratados internacionales a trabajar. Para poder completar la app, el joven necesita contratar a 20 profesionales aproximadamente.
La propuesta de los abogados del preso a la justicia
“Como a mi cliente le resulta imposible terminar ese desarrollo dentro de la cárcel, ofrecimos que lo haga en el domicilio materno. Además, nos comprometimos a tomar todos los recaudos que se necesiten y hasta ofrecimos incorporar como parte del equipo de trabajo a policías o empleados del Poder Judicial que tengan conocimiento en el tema”, remarcó.
Además, el recluso ofreció un plan de resarcimiento a todos los rubros involucrados. “Una vez que perciba el primer desembolso de Meta, le pagaría USD 25.000 para resarcir a sus supuestas víctimas, otros USD 25.000 a la Policía de la Provincia de Santa Fe por comprar autos de dudosa procedencia, un monto similar al Poder Judicial de la provincia por generar un dispendio jurisdiccional innecesario y un desgaste en la investigación de los delitos, otros USD 25.000 para los abogados defensores y los USD 200.000 restantes para todas las personas empleadas”, detalló Impallari.
Mientras sus abogados esperan que la justicia de Santa Fe se expida sobre la libertad condicional, también propusieron otras alternativas para que Ochoa pueda trabajar en la creación de la app. “Ofrecimos que salga de lunes a sábados de 9 a 21 horas y que vuelva a dormir a la cárcel todas las noches. No es nuestra intención que se fugue”, aclaró el abogado, quien destacó la “conducta ejemplar” de su cliente.
La segunda alternativa, que fue recientemente rechazada, fue solicitar el ingreso de un desarrollador web al penal de Piñero para que junto a Ochoa pueda avanzar con las tareas pendientes de la app. “No logro entender la respuesta del Servicio Penitenciario. Una vez que les salió un preso con resocialización lo toman a mal. ¿No hubiese sido más fácil poner a dos policías que lo controlen mientras termine la aplicación?”, se preguntó el letrado.
En estos momentos, el Estudio Impallari se encuentra recibiendo CV de desarrolladores que quieran sumarse al proyecto. Los interesados deben enviarlos a las cuentas de Instagram @impallarialejandro y @damianvicente07.
Al ser consultado sobre si la empresa Meta sabe que uno de los elegidos resultó ser un presidiario, Impallari remarcó: “No lo sé con certeza pero con todo el revuelo que se armó seguro que ya se habrá enterado. De todas maneras, no creo que a Meta le preocupe demasiado porque ellos contratan ideas y este es un trabajo que se puede hacer remoto desde cualquier parte del mundo; incluso desde una cárcel con los permisos pertinentes”.
Ochoa está preso desde 2017 en el pabellón 20 de la Unidad XI de Piñero, provincia de Santa Fe
El “plan B” del preso
A través de su abogado, Ochoa le contó a Infobae que no piensa quedarse con ningún dólar de los USD 300 mil que recibiría en esta primera etapa. Su intención es que puedan aprobarse todas sus peticiones para que finalmente esa app pueda desarrollarse de manera completa. De conseguirlo, la empresa de Mark Zuckerberg le pagaría con acciones de Meta, una vez que queden completados los tres pasos del contrato.
De acuerdo a la información suministrada en mail al que tuvo acceso este medio, el segundo desembolso de USD 300 mil por parte de Meta se realizará cuando la app supere todas las pruebas de uso, supla las necesidades prometidas y esté disponible para descargar en las diferentes plataformas.
“A Ochoa no le interesa la plata de Meta. Él sabe que va a ser multimillonario. Pero no por la app sino por la película que va a contar su historia. De hecho, estamos en tratativas con Netflix”, concluyó Impallari confiado en la reciente popularidad que adquirió su cliente.