La causa inició gracias a un sargento incorruptible que expuso a sus superiores. Uno de lo imputados, también procesado en la causa que investiga al ex juez Miguel Aranda, reconoció las acusaciones en su contra.
Este mes comenzó el juicio contra cinco gendarmes que prestaron servicio hasta 2021 en el Escuadrón 1 de Sáenz Peña. Se los acusa de pactar con narcotraficantes para permitirles operar y permanecer en la zona, a cambio de un rédito económico y la entrega de cierta cantidad de estupefacientes -cocaína y marihuana- destinados a su distribución comercial.
Para no “levantar sospechas”, los gendarmes implicados habrían simulado operativos que derivaban en hallazgos de drogas, en los que los narcotraficantes “casualmente” lograban huir. El gendarme Raúl Ernesto Scheurman, uno de los sospechosos más comprometidos, reconoció los delitos que se le imputaban y acordó un juicio abreviado con una condena de 5 años de prisión domiciliaria.
El defensor de Scheurman indicó que el acuerdo para alcanzar el juicio abreviado consistió en la asunción de responsabilidades “a mero título formal” por su participación en una asociación ilícita, falsedad ideológica (en cinco hechos) e incumplimiento de los deberes de funcionario público, entre otras imputaciones. Sin embargo, el fiscal Federico Carniel confirmó que el gendarme reconoció su responsabilidad en los hechos.
“Yo sufro de una arritmia cardíaca, tengo medicamentos fijos. La alimentación también es controlada por un nutricionista, estoy con el tema del peso que me está afectando la arritmia. Es el control que llevo en el domicilio, es un tema también de los nervios y otras circunstancias”, explicó el gendarme para justificar la necesidad de no ir a prisión. El juez Fernando Iglesias señaló que, en principio, aceptará el acuerdo de juicio abreviado alcanzado entre el Ministerio Público Fiscal y la defensa.
Durante la investigación, que inició en 2021, la fiscalía reveló detalles impactantes sobre la supuesta red criminal que operaba desde el Escuadrón 1 de Gendarmería Nacional en Roque Sáenz Peña. Scheurman, en su rol de Segundo Comandante y con funciones específicas de prevención en la Sección Núcleo, fue uno de los principales artífices de este aparente grupo criminal que operó desde enero hasta septiembre de 2021 . La banda, integrada por varios efectivos de la Gendarmería, se dedicaba a actividades delictivas en perjuicio de los intereses públicos confiados a su custodia.
Scheurman, según la acusación formulada en el requerimiento de elevación a juicio y que él asumió, se encargaba de pactar con personas ligadas al tráfico ilícito de mercaderías, incluyendo estupefacientes y cigarrillos. A cambio de réditos económicos y de entregas de cocaína y marihuana, los gendarmes permitían la operación de estos narcotraficantes en la región. Parte de la droga recibida era utilizada para simular procedimientos de prevención, en los que se fingía la incautación de estupefacientes sin realizar ninguna detención real.
El acusado se encargaba de negociar directamente con los narcotraficantes y de obtener los estupefacientes usados en los procedimientos fraguados, detalla la acusación.
Por todo esto, el 7 de septiembre de 2021, tras reunir suficientes pruebas, se ordenaron registros en el Escuadrón 1 y en los domicilios de los imputados. Esto resultó en la detención de Raúl Ernesto Scheurman, junto con otros implicados como Julio César Perdaza, Enzo Gabriel Aguirre, Julián Matías Morinico y Brian Alejandro Corach. Posteriormente, se realizaron audiencias testimoniales en las que se corroboraron las maniobras delictivas y se identificaron otros posibles procedimientos fraguados.
El sargento “incorruoptible”
El 1 de junio de 2021, el sargento F.J.L. denunció ante la Comisaría Cuarta de Sáenz Peña que se había negado a participar en procedimientos irregulares, lo que provocó su traslado. Además, realizó una denuncia anónima ante el Ministerio de Seguridad de la Nación, admitiendo posteriormente ser el autor de la misma, lo que impulsó la investigación formal.
El denunciante fue el primer testigo en hablar en el juicio, ante la mirada de los acusados que seguían la audiencia conectados virtualmente. “Con la llegada Scheurman al escuadrón, se quería utilizar medios de trabajo que nunca utilizamos, que no estábamos de acuerdo, pero con nuestra corta jerarquía teníamos que obedecer órdenes. Empezaron a pasar cosas que yo, desde mi experiencia desde que se creó el escuadrón, nunca me tocó vivir”, comenzó el sargento.
“Me tenían de un lado a otro”, comentó el denunciante dejando entrever la incomodidad que generaba su trabajo en las presuntas actividades delictivas que cometían algunos de sus pares.
Un hecho particular, relatado en la audiencia, expuso uno de los modos operandi que Scheurman asumió: “Estábamos corto de procedimientos, él me dijo que tenía para hacer un NN de marihuana, no me dijo la cantidad. Yo me le negué y ya estaba a semanas de salir de vacaciones, hacía un año que yo no veía a mi hijo en Formosa por la pandemia”.
Un operativo de secuestro de drogas, calificado de “irregular” por el Ministerio Público Fiscal, se realizó en Sáenz Peña el 25 de enero de 2021 y concluyó con el secuestro de 1.019 gramos de cocaína. Participaron el jefe de Patrulla, el entonces Subalférez Enzo Gabriel Aguirre, junto al Cabo Primero Julián Morinico y el Gendarme Brian Corach en una camioneta Toyota Hilux.
De acuerdo con la orden e informe de Patrulla, elaborado por el propio Aguirre, los tres integrantes se dividieron en dos equipos de trabajo, uno a pie y otro motorizado. A las 20:30 horas, la patrulla a pie informó haber observado a dos motocicletas tipo tornado con tres personas, quienes huyeron al ser iluminados por las linternas y recibir la voz de alto de los gendarmes. Uno de los fugitivos arrojó una mochila negra, la cual contenía la cocaína incautada, envuelta en una bolsa plástica negra.
Lo llamativo del caso es que, según las directivas de la fuerza, está prohibido que un funcionario realice patrullajes o controles de forma individual, como lo habrían hecho en este operativo tras dividirse en dos equipos.
El 2 de julio de 2021, un sargento declaró que, en enero de 2021, mientras se preparaba para salir con una patrulla, Aguirre le ordenó quedarse en el Escuadrón para apoyar un procedimiento en el que se incautó aproximadamente un kilogramo de cocaína. Para ese sargento el procedimiento había sido “armado”.
Una de las coincidencias entre testigos, marca como numerarios más experimentados de la Sección Núcleo habían sido trasladados a otros sectores, siendo reemplazados por funcionarios más jóvenes y con menos experiencia.
En la causa que tiene al ex juez federal de Sáenz Peña, Miguel Aranda, acusado de beneficiar a narcos que él debía investigar, también está procesado Scheurman quien habría desempeñado un papel central en la supuesta anulación irregular de un acta de infracción, junto a otros funcionarios.
Uno de los hechos, mencionados en la causa que investiga los delitos de falsificación de documentos públicos, cohecho pasivo y activo, prevaricato, abuso de autoridad, extorsión, tráfico de influencia, encubrimiento agravado y asociación ilícita, tiene que ver con la anulación del acta de infracción de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) correspondiente a un camión con semirremolque.
Esto ocurrió el 12 de junio de 2020, cuando personal de la Sección Vial “Villa Ángela” de Gendarmería Nacional, realizaba tareas de control sobre la ruta nacional N° 16. En ese momento, se labró la mencionada acta debido a que el camión no contaba con la revisión técnica obligatoria.
Según la investigación, el Ministerio Público Fiscal sostiene que Cristian Daniel Marangón, quien era el Comandante Principal de la Gendarmería Nacional y Jefe del Escuadrón N° 1, ordenó a Raúl Ernesto Scheurman y a Enzo Gabriel Aguirre anular el acta de infracción. Esta acción fue registrada en el informe de patrulla N° 138/20 por el Sargento Primero Vidal Palma y en el libro de guardia del 12 al 13 de junio de 2020 de la Sección Vial.
La maniobra habría tenido como finalidad favorecer a Miguel Marino Aranda, Clarisa Daniela Galissier y Martin Rafael Raimundo, otorgándoles protección o amparo en el ejercicio de su cargo de conjuez del Juzgado Federal de Presidencia Roque Sáenz Peña. Este supuesto acto de protección se enmarca en actividades ilícitas realizadas por los acusados mientras prestaban funciones en el Escuadrón N° 1.
Otro de los hechos que se investigan en la causa recién mencionada, tienen que ver con el faltante irregular de efectos secuestrados en el Depósito judicial del Escuadrón Nº 1 “Roque Sáenz Peña”.
En un informe, fechado el 10 de diciembre de 2021 y que forma parte de la causa, se revela una serie de mensajes entre un Sargento, encargado del depósito, y el Jefe Operativo del Escuadrón Nº 1, Raúl Sheurman. En estos mensajes, el sargento expresó su preocupación por la falta de mercadería en el depósito, a lo que Sheurman responde que se ocuparía de “la quema” al regresar, asegurando que conseguiría el oficio necesario para formalizar el acto.
Otro gendarme declaró una serie de irregularidades relacionadas con los efectos secuestrados, mencionando que, entre otros hechos, cajas grandes marrones, supuestamente de cigarrillos, habrían sido trasladadas al domicilio de Sheurman. También relató un incidente ocurrido el 6 de abril de 2021, durante una quema de mercadería, donde Sheurman ordenó no bajar ciertas cajas de cigarrillos de una camioneta para su incineración.
El Tribunal Oral Federal está compuesto por los jueces Juan Manuel Iglesias, Enrique Bosch y Fabián Cardozo (Misiones). En la acusación participan el fiscal federal subrogante de Sáenz Peña, Carlos Amad; el fiscal federal Federico Carniel; el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Diego Iglesias; y el secretario del Ministerio Público Fiscal, Horacio Rodríguez.