Forma parte de un acuerdo para ayudar a las provincias con los costos de mantener a los internos.
El Gobierno Nacional aumentó la suma que destina de forma diaria para el alojamiento de presos en los servicios penitenciarios federales y de las provincias.
La medida se confirmó a través de la Resolución 610/2024 del Ministerio de Seguridad de la Nación, publicada este jueves en el Boletín Oficial. “Fíjase el monto único y total a reconocer por el alojamiento y atención integral recíproca de internos de extraña jurisdicción en establecimientos penitenciarios federales y provinciales, en la suma de PESOS DOS MIL ($2.000) por día y por interno desde el 1° de enero de 2024″, establece el artículo primero del texto que lleva la firma de la ministra Patricia Bullrich. “Cúrsense las debidas comunicaciones a las Provincias respecto de la modificación que se aprueba”, agrega la normativa.
La decisión responde al objetivo de alcanzar la cancelación de las obligaciones reclamadas por las Provincias en relación al alojamiento de internos: “Conforme al principio de solidaridad que el Estado Nacional mantiene con las Provincias y por las razones de urgencia que los asuntos de política penitenciaria demandan en cada una de las jurisdicciones, esta Administración tomó la decisión de encausar la cancelación de las obligaciones reclamadas por las Provincias”, señaló el Gobierno en los considerando.
El modelo vigente de Convenio de Adhesión al “Régimen de Fijación y Modificación del Valor Diario por el Alojamiento de Internos”, relativo a las prestaciones recíprocas de alojamiento de internos de extraña jurisdicción en los establecimientos penitenciarios federales y provinciales, se aprobó en 2013.
Dicho convenio, establece el mecanismo para la modificación del monto que se destina por día para el alojamiento de presos del Servicio Penitenciario Federal, “conforme las posibilidades presupuestarias del Estado Nacional”.
Dicho monto se estableció en el año 2016 en la suma de 375 pesos por día y por interno. Aquel importe aprobado en el 2016 se encuentra significativamente retrasado, y en tal sentido la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Seguridad remitió remitió las presentes actuaciones a la Secretaría de Coordinación Administrativa para su competente intervención mediante las áreas técnicas correspondientes”, informó el área a cargo de Patricia Bullrich.
La ministra está facultada a tomar esta decisión ya que al comienzo del Gobierno de Javier Milei, el Poder Ejecutivo determinó que el Servicio Penitenciario Federal dejara de depender del Ministerio de Justicia y pasara a funcionar bajo la órbita de Seguridad. En este marco se le transfirieron las unidades organizativas, como así también los créditos presupuestarios, bienes y dotaciones vigentes, como así también el personal con sus respectivos cargos y niveles escalafonarios, situación de revista y suplementos vigentes a la fecha de la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia a Seguridad, se recordó en la publicación oficializada esta madrugada.
El Servicio Penitenciario desde hace años que se encuentra en crisis en Argentina. Un relevamiento, con información al último 15 de abril, revela que en el SPF no hay plazas disponibles en sus cárceles dado que la capacidad operativa es de 10.932 cupos, mientras que los alojados ya suman 11.532. O sea, hasta esa fecha había 600 presos más de los que debería haber.
De esos 11.532, el 58% de los internos del SPF tienen condena, mientras que el 42% está procesado. La mayoría son hombres (93%) y mayores de edad (97%). El 83% son argentinos y el resto extranjeros. El 20 % de los detenidos estaba desocupado al momento de su detención, y solo 47 de los más de 11.500 detenidos, tienen un título universitario. En cuanto al tipo de delitos, los relacionados con las drogas ocupan el mayor porcentaje: 38%; le siguen los delitos contra la propiedad (32%) y contra las personas (11%).
El 56% de este universo se encuentra alojado en el AMBA, donde hay tres complejos penitenciarios federales: Devoto, Ezeiza y Marcos Paz.