Los gobiernos de esos países pidieron a las autoridades electorales venezolanas “que avancen de forma expedita y den a conocer públicamente los datos desglosados por mesa de votación”.
Las autoridades de Brasil, Colombia y México reclamaron al gobierno de Nicolás Maduro una “verificación imparcial de resultados” de las elecciones presidenciales en Venezuela, que se llevaron a cabo el domingo pasado.
“Los gobiernos de Brasil, Colombia y México felicitamos y expresamos nuestra solidaridad con el pueblo venezolano que acudió masivamente a las urnas el 28 de julio para definir su propio futuro”, comienza el comunicado conjunto emitido en las últimas horas.En ese sentido y luego de las denuncias de fraude efectuada por la oposición al chavismo, los gobiernos de los tres países “hacemos un llamado a las autoridades electorales de Venezuela para que avancen de forma expedita y den a conocer públicamente los datos desglosados por mesa de votación”.
Sin hacer mención a Maduro ni al candidato opositor Edmundo González Urrutia, la declaración señala que “las controversias sobre el proceso electoral deben ser dirimidas por la vía institucional”, agregando que “el principio fundamental de la soberanía popular debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados”.
“En ese contexto, hacemos un llamado a los actores políticos y sociales a ejercer la máxima cautela y contención en sus manifestaciones y eventos públicos con el fin de evitar una escalada de episodios violentos. Mantener la paz social y proteger las vidas humanas deben ser las preocupaciones prioritarias en este momento”, continúa el comunicado oficial suscrito por los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva, Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro.
“Sea esta la oportunidad para expresar, nuevamente, nuestro absoluto respeto por la soberanía de la voluntad del pueblo de Venezuela. Reiteramos nuestra disposición para apoyar los esfuerzos de diálogo y búsqueda de acuerdos que beneficien al pueblo venezolano”, concluye la nota difundida por las cancillerías de los tres países.
Se trata de un nuevo esfuerzo de las principales diplomacias de la región para evitar que el conflicto por el proceso electoral venezolano continúe escalando, transformándose no solo en interno sino afectando las relaciones entre los países sudamericanos.
Para el caso, ya derivó en la expulsión de los diplomáticos argentinos y la cesión de la Embajada en Caracas por parte de nuestro país a la legación brasileña, debido a que Javier Milei no reconoció taxativamente el triunfo de Maduro, haciéndose eco y tomando como ciertas y verificadas las denuncias de fraude electoral formuladas por dirigentes opositoras como María Corina Machado.