Desde enero a julio de este año este indicador bajó un 14,1%. Hay preocupación en el sector.
El consumo de carne vacuna en Argentina registró una caída del 14,1% en los primeros siete meses de este año en comparación con el mismo período del año anterior, marcando así el nivel más bajo en 26 años, según datos del sector. El descenso refleja una tendencia preocupante en la industria cárnica, que enfrenta desafíos tanto en la demanda interna como en el poder adquisitivo de los consumidores.
Un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Cicra) reveló que durante ese período se habrían consumido aproximadamente 1.248 millones de toneladas de carne vacuna, lo que representa una disminución de 205 millones de toneladas en comparación con el mismo lapso del año anterior. Esta notable caída en el consumo se produce en un contexto de profunda recesión económica y una significativa reducción del poder adquisitivo de la población, factores que han impactado negativamente en la demanda interna de productos cárnicos.
En los primeros siete meses de 2024, la producción de carne vacuna alcanzó 1.779 millones de toneladas, lo que representa una disminución del 8,8% en comparación con el mismo período del año anterior.
Esta reducción en la producción se tradujo en una menor oferta de carne en el mercado, equivalente a 170,66 millones de toneladas menos, lo que ha generado preocupación en la industria y podría impactar en los precios y el acceso al producto en el corto plazo.
En cuanto a las exportaciones de carne vacuna, se estima que alcanzaron las 530,6 millones de toneladas en lo que va del año, con un promedio mensual de exportación de 76 millones de toneladas. Este volumen representa un aumento del 7,0% en comparación con el período de enero a julio de 2023, lo que significa que se habrían exportado casi 35 millones de toneladas adicionales. Este crecimiento en las exportaciones se atribuye en gran parte a la disminución de la demanda en el mercado interno, lo que permitió a los productores redirigir una mayor cantidad de carne hacia los mercados internacionales, fortaleciendo así su presencia en el exterior.
Durante el mes de julio, se faenaron 1,25 millones de cabezas de hacienda vacuna, lo que representa un leve repunte en la actividad de la industria frigorífica en comparación con junio. Al ajustar estos datos según el número de días laborables, se observa una recuperación Sin embargo, al comparar con julio de 2023, la faena vacuna registró una disminución del 3,1%, reflejando las dificultades que aún enfrenta el sector cárnico en un contexto económico desafiante. A pesar de la recuperación mensual, la caída interanual destaca las tensiones persistentes en la cadena de producción y comercialización de carne vacuna.
La disminución en el consumo de carne está directamente vinculada a los elevados precios al público y al reducido poder adquisitivo de la población . Como si esto fuera poco, los especialistas advierten sobre la posibilidad de nuevos incrementos en los próximos días.
El consultor Andrés Costamagna anticipó que los precios de la carne podrían aumentar alrededor de un 6% en las próximas semanas, señalando que se trata de “un típico movimiento estacional” que tiende a acentuarse con la llegada del verano.
En julio, el precio promedio de la carne ya había registrado un incremento del 5%. Aunque este aumento fue moderado en comparación con otros sectores, se prevé que la tendencia alcista podría intensificarse en los próximos meses. Mientras tanto, los cortes de cerdo han experimentado un aumento significativo del 31% en las últimas semanas, pero siguen siendo la opción más económica para los consumidores.