Gabriela Betjan, licenciada en Psicología, describió cómo la adicción al juego repercute de manera negativa en aquellos que la padecen. También puntualizó en algunas características que pueden ayudar a reconocer a un ludópata para así poder prevenir consecuencias mayores.
Gabriela planteó que como sociedad estamos todo el tiempo expuestos a un montón de cuestiones, y que, hoy en día, la publicidad que se hace respecto a las apuestas es muy fuerte y masiva, ya que la hacen equipos de fútbol de primera división, influencers, eventos como la Copa América, etc. Además, gracias a la persistencia e insistencia, aunque uno no esté dentro de ellas, las redes te llevan a enterarte porque aparecen estas publicidades constantemente ya están muy bien pagadas.
“Podemos hablar de una adicción cuando ese objeto, persona, etc., nos controla a nosotros y no al revés. Es muy típico pensar ‘yo puedo dejarlo cuando quiero’, cuando en realidad no es así” definió.
“Lo económico está muy sobre la mesa en la mayoría de las familias argentinas, y somos tentados a probar estas soluciones que supuestamente son rápidas y que al principio parecen traer beneficios, pero cuando nos damos cuenta perdimos más de lo que ganamos. No existen esas soluciones mágicas, las publicidades de casas de apuestas nos crean una necesidad que aparentemente ellos pueden solventar”.
En ese sentido, describió que empiezan como un juego y terminan perjudicando nuestras relaciones, economía, y, sobre todo, nuestra salud mental, porque nos volvemos agresivos, irritables, ansiosos, y entramos en un círculo vicioso del que es muy difícil salir, porque el deseo de hacerlo va más allá de las consecuencias que puedan tener en nosotros.
¿Cómo identificar a un adicto al juego?
La licenciada puntualizó en que hay que prestar atención para ver qué signos muestran las personas, y que el desorden en el dinero es un aspecto clave, porque este tipo de juegos te lleva a siempre querer más. “Hay que observar las mentiras, el estado de ánimo, en el caso de los adolescentes se nota el deterioro en lo escolar y en los adultos en lo laboral o social. También, las personas con ludopatía tienen a sentirse perseguidas y paranoicas”.
En segundo lugar, investigar: “Si no conozco acerca de la ludopatía, ahondar en el tema e informarnos de cómo funciona”.
“Una vez que lo hicimos, debemos charlar para extender la información a nuestros hijos, familiares o amigos. Es necesario poner límites para que la otra persona sepa dónde se está metiendo y aclarar todo tipo de dudas, debe ser un tema del que se hable en la mesa y deje de ser tabú, pero no desde la mirada juzgadora, porque tenemos que entender que probablemente no lo hagan con mala intención. La adicción es la no dicción de algo, tapa aquellas cosas que no se pueden procesar, como vacíos o vulnerabilidades”