La Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) ha detectado irregularidades alarmantes, como el uso repetido de la misma radiografía en varios expedientes y, en un caso insólito, la imagen de un perro para obtener una pensión.
El Gobierno nacional ha iniciado una serie de auditorías sobre las pensiones no contributivas por invalidez laboral, con el objetivo de identificar posibles casos de fraude en la concesión de estos beneficios. La Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) ha detectado irregularidades alarmantes, como el uso repetido de la misma radiografía en varios expedientes y, en un caso insólito, la imagen de un perro para obtener una pensión. Las auditorías comenzaron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires, y ahora se trasladan a Chaco, una de las provincias con mayor cantidad de pensiones no contributivas en relación con su población. En Chaco, se revisarán más de 99 mil pensiones, ya que se estima que alrededor del 35% de los beneficios podrían haber sido otorgados de manera fraudulenta.
El titular de la ANDIS, Diego Spagnuolo, aclaró que “el objetivo no es quitar derechos, sino asegurar que las pensiones sean recibidas por quienes realmente lo necesitan”. Sin embargo, las investigaciones preliminares indican que cientos de casos podrían ser dados de baja por no cumplir con los requisitos legales.
Además, una investigación liderada por el fiscal federal de Sáenz Peña, Carlos Amad, reveló una red de corrupción en el proceso de otorgamiento de Pensiones No Contributivas por Discapacidad en Taco Pozo, involucrando a funcionarios municipales y personal de salud. Este esquema consistía en cobrar dinero a personas de bajos recursos para gestionar las pensiones a cambio de apoyo político, con la complicidad de médicos que emitían certificados falsos.