ndrés Fassi negó además haber entrado al vestuario de Andrés Merlos con un arma de fuego luego del escándalo del sábado en Copa Argentina
El triunfo de Boca Juniors ante Talleres por penales en la Copa Argentina desató una fuerte polémica a partir de los reclamos de los cordobeses por el arbitraje de Andrés Merlos y un posterior incidente que hubo en los vestuarios entre el juez y Andrés Fassi, presidente de la T. En una extensa conferencia de prensa, el dirigente apuntó directamente contra el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, a quien señala por una supuesta animosidad contra su club. También habló de “cuatro o cinco árbitros serviles o abanderados” que son “enviados” presuntamente por Tapia para beneficiar o perjudicar a los clubes. “Lo que pasó en Mendoza el sábado es muy grave porque va mucho más allá de una equivocación arbitral”, introdujo Fassi Y desarrolló: “Esta situación empieza mucho antes, Talleres no tendría que haber jugado el 7 de septiembre; al quedar Talleres y Boca afuera de sus copas internacionales, teníamos tres o cuatro opciones distintas con equidad deportiva para establecer la fecha de este partido y lo que Talleres solicitó a AFA, a su presidente Claudio Tapia, era no jugarlo en fecha FIFA porque se nos iban siete jugadores del plantel profesional”. “Era de sentido común, dos meses antes no podíamos hablar de una fecha para Copa Argentina con dos equipos jugando copas internacionales. Pedíamos jugar el 18 de septiembre, y se nos obliga, sin consenso y sin estar de acuerdo a jugar el 7 de septiembre sin siete jugadores”, continuó.
La “fecha FIFA” a la que alude Fassi son los partidos de Eliminatorias que se están jugando esta semana y obligan a los clubes a ceder a los jugadores que se convocados a sus respectivas selecciones. En el caso de la “T”, hubo seis futbolistas que no pudieron estar el sábado pasado ante el Xeneize por estar afectados a Chile, Venezuela, Colombia y la sub 20 argentina. Boca también tuvo algunas bajas por convocatorias, pero fueron menos que las de su rival. En ese contexto de malestar contra Tapia, Fassi apuntó contra los árbitros: “No hablo de todos, hablo de cuatro o cinco serviles enviados para perjudicar o beneficiar, que ponen en vulnerabilidad al muy buen arbitraje que tenemos”.
“Por eso, Chiqui Tapia, te he pedido juntarme más de un año y medio y me hiciste ir un domingo. Me fui un domingo, no me recibiste domingo, lunes ni martes y el miércoles me volví a Córdoba”, lanzó.
Y acusó: “A partir de sentirnos perjudicados, hacen la designación de Andrés Merlos. Un árbitro que hace más de tres años que perjudica a Talleres. Reuniones permanentes con el señor Federico Beligoy. ¿Con qué sentido? ¿Por qué señor Beligoy? Talleres no pide nada, pero exigimos que no nos quiten. Nos sentimos vulnerados. Chiqui, no jugués con Talleres y el señor Beligoy hace expresamente el mandato que tu segmento de gente hace. Te lo dije muchas veces: no tengas miedo que no voy a ser presidente de AFA, yo quiero aportar al fútbol argentino, porque es mi vida, mi pasión”, cerró. El directivo acusó al árbitro del partido ante Boca de haberlo agredido en el vestuario, mientras que Merlos señaló que el referente del Grupo Pachuca y sus custodios se acercaron “armados” a increparlo. Fassi rechazó la denuncia: “Se dio cuenta de la brutalidad que hizo y muy rápidamente todos empezaron a operar con que había un arma. En el momento del hecho había 10 o 12 policías. Imagínense si un policía veía un arma, si nadie hubiera actuado. Esta pantomima del señor Merlos es para activar esta situación”, respondió.
Todo ocurrió minutos después de que se marcara el final del encuentro, cuando los dirigentes abandonaron el palco y se dirigieron hacia los vestuarios. En ese momento, Merlos iba acompañado del primer asistente Diego Bonfá, el segundo asistente Pablo Gualteri y el cuarto árbitro Felipe Viola, cuando comenzó una discusión verbal, a partir del reclamo del conjunto tallarín por la jugada que derivó en el 1-0 del Xeneize. En la acción, Brian Aguirre le ganó la posición a Kevin Mantilla y anotó ante la salida de Guido Herrera, pero previamente el balón había salido en su totalidad por la línea de meta.
En medio del revuelo, Fassi amplió su versión de los hechos. “Normalmente, no bajo tan rápido al vestuario. Lo hago 15 minutos después de que llegó el plantel. Esta vez quise estar con Guido (Herrera) y con todo el grupo. Sé como Guido -el arquero falló el último penal- vive el fútbol y lo que representa para Talleres, y bajé del palco. Llegué a una zona mixta en la que, de frente, venían los árbitros del partido, y en ese momento decidí ir a preguntarle a Merlos por qué en reiteradas ocasiones perjudica a Talleres. Y fue tanta la certeza de mi pregunta, que durante los 3 o 4 minutos no dije otra palabra que ‘vine a hablar, explicame por qué seguis perjudicando a Talleres’”, prologó su mirada sobre los hechos. “Gracias a Dios hay tres policías de testigos, y varios de ustedes vieron el desenlace. Cuando yo le reclamo, el señor Merlos me empieza a gritar. Y me dice ‘vení, acompañame a mi vestuario’. Él se pone en una forma totalmente irracional y sacada, los tres o cuatro lo empiezan a sujetar. Porque él me quería agredir, pero estaban los tres policías por delante. Lo lograron meter al vestuario. Por supuesto que bajo esa situación decido no ingresar. Se ve que lo ingresan al vestuario, él vuelve a salir, yo estoy a cuatro o cinco metros de la puerta, viene directamente a buscarme y me pegó una trompada en el pómulo derecho. La verdad es que quedo atónito pensando lo que este hombre acababa de hacer. Nunca escuché ni vi que un árbitro le pegue al presidente de un club. Y después de que me pega la trompada, Gatti (vicepresidente de la institución) se acerca a la puerta y le dice ‘pero vos estás loco’ y el señor Gatti recibe una patada del señor Merlos, una patada al hígado que lo tira para atrás. Ahí termina ese hecho bochornoso. Nunca lo viví”, concluyó.
Sobre la denuncia del arma, subrayó que “yo voy solo a los estadios”. “Se hace la constancia con los médicos y al rato llega la policía. Los distintos grupos que se dedican a esto. La policía nos preguntó cómo fueron los hechos y nos dice ‘el señor Merlos vio un arma’. Vino la policía, requisó a todos, una vergüenza total que a toda tu gente la requisen como si fueran delicuentes. Y les aviso que no había guardaespaldas. No tengo vigilantes, no tengo chofer”, resaltó.