El cambio empezará en marzo de 2025 en un grupo de escuelas pioneras que definieron su participación voluntariamente. El objetivo es extenderlo luego al resto del sistema, según lo anunció Jorge Macri. Buscan garantizar que todos los profesores sean de tiempo completo
Sin repitencia anualizada ni materias previas: con “avance continuo”. Sin docentes taxi: con profesores por cargo. Sin eliminar contenidos, pero habilitando la posibilidad de priorizarlos y de reorganizarlos. Con un rediseño de los espacios y tiempos de aprendizaje y con horas remuneradas para la planificación y el trabajo en equipo entre docentes. Así están pensando la reforma de la escuela secundaria desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, según el anuncio realizado hoy por el jefe de gobierno, Jorge Macri, y la ministra de Educación, Mercedes Miguel. Tal como lo había anticipado Infobae, el Gobierno porteño implementará a partir de marzo de 2025 una reforma de la secundaria que empezará por 34 escuelas “pioneras” que se ofrecieron voluntariamente y que contarán con acompañamiento presencial de los equipos del Ministerio de Educación, según informaron. La medida se hará efectiva por medio de una resolución que “habilita” a las escuelas pioneras a definir los cambios necesarios en la organización de los contenidos, la dinámica institucional y el trabajo docente, entre otras cuestiones. Luego, a partir de 2026, la reforma se extenderá en forma gradual en las escuelas estales y privadas, con el objetivo de llegar eventualmente a los 195.900 estudiantes que cursan la secundaria en alguna de las 508 escuelas de ese nivel en la ciudad. Al anticiparla a la prensa, desde el Gobierno porteño enfatizaron que la reforma –denominada “Secundaria Aprende”– fue diseñada en el marco de un proceso de consulta con distintos actores del sistema educativo, y como parte del plan Buenos Aires Aprende, que según las autoridades busca “pasar de la enseñanza al aprendizaje”. “Estamos empezando la transformación de la escuela secundaria. Es un camino que muchos países ya emprendieron, porque el sistema no está funcionando, ni en Argentina ni en el mundo”, dijo Jorge Macri al presentar la medida. “Estamos enseñando igual que hace 80 años. En la escuela no cambió nada, y afuera cambió todo”, consideró. “Hoy los chicos la pasan mal en el aula, no saben bien para qué van. Queremos que la experiencia en la clase vuelva a ser interesante y, sobre todo, que aprendan. El gran foco de la transformación está puesto en cambiar abordaje del docente en el aula, por eso va a requerir mucha capacitación”, explicó el jefe de gobierno.
Uno de los documentos que fundamentan la reforma enfatiza la necesidad de personalizar las trayectorias educativas de cada estudiante en el marco de un “avance continuo”, profundizar la implementación del régimen de profesores por cargo, trabajar explícitamente en el bienestar emocional de los estudiantes y habilitar recorridos más flexibles, que garanticen los “aprendizajes fundacionales” pero también incorporen materias optativas y nuevas formas de agrupar a los alumnos (por ejemplo, por niveles de avance en sus capacidades y no por su edad).“Queremos que la experiencia en la clase vuelva a ser interesante y, sobre todo, que los estudiantes aprendan”, dijo Jorge Macri
Avance “continuo” y por niveles
Desde el Gobierno porteño aclararon que la secundaria se seguirá organizando por años (como ahora), que no habrá cambios en la duración y que los grupos de alumnos siempre pasarán de año juntos. Sin embargo, se pasará un sistema por niveles de avance en cada materia.
“Los chicos avanzarán por niveles en cada materia y solo si cumplen los objetivos. Como el aprendizaje va a ser personalizado, en una clase pueden convivir chicos que estén aprendiendo Matemáticas de tercero, con otros que deban Matemáticas de segundo. Todos a su ritmo”, explicaron en un comunicado.
También mencionaron que están mirando los modelos de ciudades como São Paulo en Brasil y de países como Colombia, Singapur, Reino Unido, Israel, Corea del Sur, Noruega y Finlandia. La experiencia previa de la ministra Mercedes Miguel en el diseño del programa educativo para deportistas de alto rendimiento en River (River DAR), inspirado en el modelo educativo del pedagogo colombiano Julio Fontán, también aporta algunas pistas sobre el perfil de la reforma.
Desde el Gobierno porteño aseguraron que la medida surge de un proceso de diálogos, encuestas y mesas de trabajo que involucraron a los supervisores, directores, estudiantes y egresados de la escuela secundaria, además de consultas a especialistas y relevamiento de experiencias internacionales. También hubo intercambios con otras provincias que ya avanzaron en la transformación de la secundaria tradicional.
“Decidimos co-construir esto con las escuelas y con el sistema, que son quienes seguirán estando cuando nosotros hayamos terminado nuestra gestión. Necesitamos que los actores se apropien de esta transformación”, afirmó Mercedes Miguel al presentar la iniciativa. “Ya estamos trabajando en el acompañamiento presencial y situado de las escuelas pioneras, porque serán los equipos docentes los que implementarán la reforma”, agregó.
El documento marco de Secundaria Aprende señala cuatro principios fundamentales para la transformación de la secundaria porteña: integración de los aprendizajes, desarrollo de capacidades, avance continuo y autonomía estudiantil. Algunos de esos ejes implicarán cambios en el régimen académico (ya reformado en 2022) y en el reglamento escolar. En cambio, no se prevé modificar el Estatuto del Docente. Tampoco se cambiará el diseño curricular de la llamada “Nueva Escuela Secundaria” (aprobado en 2015), luego denominada “Secundaria del Futuro” (a partir de 2018).
Las materias serán las mismas, pero desaparecerán las previas. De todos modos, desde el Gobierno porteño aclararon que si no se aprueba un nivel o contenido, no se podrá avanzar en ese nivel hasta aprobarlo. “En este sistema los estudiantes deberán repetir el contenido no aprobado hasta que lo comprendan para poder avanzar de nivel. Ningún alumno avanzará si no aprende”, aseguraron. Y precisaron: “No se repetirán años completos. Hoy si un alumno repite debe recursar todas las materias, las aprobadas y las que no. Con el nuevo método se recuperará, únicamente, cada nivel no aprobado: un esquema similar a las carreras universitarias”.“Decidimos co-construir esta reforma con las escuelas y con el sistema”, afirmó la ministra Mercedes Miguel
Talleres optativos y profesores por cargo
La idea de “integración de los aprendizajes” apunta a que existan más espacios interdisciplinarios, por ejemplo por medio de proyectos o resolución de problemas que requieran vincular distintas materias. La idea de “integración” también remite a la articulación entre la escuela y el mundo del trabajo y de los estudios superiores, como se viene impulsando con las “actividades de aproximación” (conocidas como “ACAP”).
Junto con los contenidos “nodales”, también habrá “contenidos de profundización” divididos en bimestres o cuatrimestres. Los estudiantes que hayan logrado los aprendizajes esperados continuarán profundizando; quienes no los hayan logrado, seguirán trabajando en el nivel con refuerzos de tutorías y en otros espacios por fuera de la clase. Para pasar de nivel, los alumnos deberán acreditar el 100% de los contenidos nodales.
El punto sobre “autonomía estudiantil” apunta a que los alumnos tomen algunas decisiones sobre su recorrido en la escuela, por ejemplo eligiendo materias optativas o talleres en función de sus intereses personales, donde por ejemplo podrían mezclarse estudiantes de distintas edades. Uno de los objetivos fundamentales es fortalecer la motivación y reducir el ausentismo: hoy un 32% de los alumnos falta más del 20% de los días de clase.
Frente a distintas versiones que circularon, desde el Gobierno porteño enfatizaron que la escuela seguirá siendo presencial y que la reforma no prevé sustituir horas presenciales por clases virtuales.
La propuesta implica una revisión del rol docente, con la meta de que en todas las escuelas secundarias haya profesores “por cargo” (y no por hora cátedra). Aunque pasaron 16 años desde la sanción de la ley que buscaba terminar con el problema de los “profesores taxi”, los datos muestran que la cuestión sigue sin resolverse: 3 de cada 4 docentes de secundaria (76%) trabajan en más de una escuela, mientras que 4 de cada 10 (41%) trabajan en 4 o más escuelas en simultáneo.
Desde el Gobierno porteño buscan profundizar la implementación del régimen de profesor por cargo y subrayaron la importancia de que “el equipo docente cuente con mayor dedicación horaria en cada institución para fortalecer el trabajo colaborativo, el sentido de pertenencia y la continuidad pedagógica”. También reconocieron que los profesores deberán contar con “horas extra clase remuneradas para desempeñar otras actividades como planificación y tutorías”.
Fuentes oficiales aseguraron que “los puestos de trabajo de los docentes están garantizados y ninguno perderá su estabilidad laboral o salarial”. Explicaron que la reorganización de la planta orgánica funcional (POF) en cada escuela está pensada para eliminar la figura del docente taxi y que cada profesor concentre sus horas en una sola institución, y señalaron que los gremios docentes participaron de las definiciones sobre este punto.
Para la implementación de la reforma, el Ministerio de Educación informó que brindará acompañamiento con programas de capacitación a docentes y directores, y facilitará “una plataforma de contenidos con planes y modelos interdisciplinarios para implementar, con el reacondicionamiento de los espacios escolares donde llevar adelante los talleres y laboratorios, y con la entrega de una computadora para cada alumno de su matrícula”.