Po rRamiro Scandolo
“Al hombre hay que dejarlo tranquilo”, dirá Juan Román Riquelme cuando considere el momento de volver a pararse delante de una cámara. Eso, sin embargo, no será más que una forma cordial de no ventilar su viejo anhelo. Tener a “el hombre” que más respeta en el mundo al lado suyo. Para compartir una charla, un mate y -por qué no- también un asado. Sonó poco antes de las elecciones de diciembre y vuelve a sonar ahora. Con una fórmula que también se había mencionado en su momento. Así todo queda en familia: Carlos Bianchi como manager (asesor, consultor, la figura que él quiera) y Eduardo Domínguez como técnico.
“Tengo la presunción por un montón de cosas que había escuchado que Boca iba a tratar de sumar a Carlos Bianchi como director general, como manager, y una vez que se consumara la salida o cumpla el contrato Diego Martínez, a Eduardo Domínguez como entrenador”, reveló el Mono Navarro Montoya, el ex arquero que tuvo un paso por Boca Predio con Riquelme. “Siempre digo que Boca debe buscar técnicos y participantes del organigrama del fútbol que sean inobjetables, y Bianchi es inobjetable“, agregó.
Domínguez viene de ganar dos títulos con Estudiantes, entre la Copa Argentina a fines de 2023 y la Copa de la Liga en el primer semestre de 2024, y en enero renovó su contrato hasta fines de este año. En medio de un andar desparejo en este segundo semestre, tiene por delante la Copa Libertadores de 2025, luego de una muy floja participación en la actual, con eliminación en la fase de grupos. En Boca ya sonó su nombre en varias ocasiones. Y esta vez no es la excepción.
La parte más difícil sería de la hacer volver al Virrey del retiro, con 75 años y diez alejado del fútbol desde el final de su tercer ciclo como DT de Boca en 2014. Ya en diciembre se supo que Román lo quería en el club por encima del Consejo de Fútbol, por encima de todos… La idea era tenerlo como presidente honorario, un cargo como el que le dieron en el 2000 a Alfredo Di Stéfano en el Real Madrid. Una reconocimiento enorme, sin las obligaciones y acciones que demanda ese puesto. “No lo vemos como entrenador, pero val vez le interesa estar cerca”, dijeron en ese momento desde adentro, luego de algunos encuentros entre las partes.
La vida de Bianchi hoy es disfrutar de su familia, de sus nietos, y viajar seguido a Francia para escapar del frío de Buenos Aires. De hecho, a mediados de 2023 postergó su viaje para decir presente en la despedida de Román, su número diez favorito. Cuando volvió a pisar el vestuario, salir por el túnel y recibir una tremenda ovación. Acto seguido, toda la cancha gritó “yo quiero la Libertadores”, motivada por el aura del Virrey.
Román lo sondeó varias veces ya para sumarlo a su gestión y nunca obtuvo el visto bueno, más allá de la buena onda entre ellos. ¿Se dará en esta oportunidad? ¿Lo acercaría o lo alejaría que fuera junto a su yerno Domínguez? En definitiva, todo queda en familia, como lo dijo el Virrey en su última aparición en la despedida: “Román a veces me dice que soy como su papá. Habrá que preguntarles a mis dos hijos si lo quieren a Román como hermano, jajaja… Y sí, lo quieren y se lo merece”.