Tras el 6-0 a Bolivia, el entrenador de la Selección ponderó el permanente hambre de victoria de su equipo, que jamás se relaja.
LIONEL SCALONI, entrenador de la Selección Argentina, se fue muy conforme por la soberbia tarea de su equipo ante Bolivia, a la que goleó 6-0. Sin embargo, su lectura fue más allá de la formidable goleada: “Se puede ganar o perder, lo importante es el espíritu del equipo. Ganamos con nuestra identidad pero nunca se perdió el espíritu. Lo importante es que hicimos un buen partido y que el hincha se fue contento”.
“Los jugadores saben que hay que seguir en esta línea. En el entretiempo les dije que había que continuar así primero porque nuestra hinchada quiere ver al equipo; segundo porque respetar al rival significa seguir de la misma manera, y tercero para dejarle lugar a los chicos, y para eso había que mantener la identidad”, añadió.
Cuando le preguntaron sobre cuál es su fórmula después de 81 partidos al frente del plantel, afirmó que “mi método es el de Ancelotti: lo que anda bien, no tocarlo; intervenir lo menos posible. La gran diferencia es la materia prima, que es increíble. Yo no pongo los pases entre líneas como ellos. Hay que poner el auto sobre la autopista e intentar que no choque. Estoy orgulloso de que ellos entiendan el mensaje”. El estreno del tridente conformado por Lionel Messi, Lautaro Martínez y Julián Álvarez desde el arranque también fue tema de reflexión para el conductor: “Cuando se van cayendo los jugadores tenés que buscar la mejor opción. En Venezuela optamos por Thiago Almada porque creíamos que era lo más adecuado en condiciones normales, y en este partido optamos por ellos tres por lo que nos podían dar. Pensamos que podíamos explotar a Julián entre central y lateral. Nos puede dar frutos en una posición que tal vez no sea la que a él le guste, pero por el equipo da todo. Salió bien pero podemos seguir jugando de la manera en que veníamos haciéndolo”. Como conclusión luego de las mil y una adversidades que la Albiceleste debió afrontar en la doble fecha de Eliminatorias, señaló que “parece que hubiéramos estado concentrados un mes. Fue una fecha muy pesada, cargada de un montón de cosas: las bajas, si podíamos entrar o no a Venezuela, el huracán, la llegada el día anterior, el partido con agua… muchísimas cosas que logramos superar. Cuando uno tiene predisposición para hacer las cosas, todo pasa y uno no se fastidia ni se enoja. La predisposición de los jugadores ante todo ese caos ha sido máxima. Ellos están muy metidos en la causa, en jugar para la Selección. Después se entrenan muy bien y juegan de la misma manera, y esa es una señal muy positiva”.