Piden la urgente intervención municipal para ordenar la convivencia. Acusan a la institución de usurpar espacios públicos, colgarse de la red eléctrica y obstruir calles.
Una nueva iglesia se instaló hace tiempo entre los barrios 240 viviendas y 100 viviendas CGT, lindante con el único espacio verde público de ese sector y hoy los vecinos dan a conocer varios reclamos ante diario NORTE por lo que consideran una serie de inconvenientes que genera. En primer lugar aseguraron que durante los eventos religiosos, que ocurren entre las 7 del viernes y las 23 del domingo, llegan al lugar hasta diez colectivos y decenas de automóviles y motocicletas que ocupan la plazoleta pública como playa de estacionamiento. “No solamente destruyen el espacio público, sino también ponen en riesgo a nuestros hijos que circulan entre tantos vehículos”, sostienen.
Se trata de una sede de la Iglesia Cristiana Internacional, institución evangélica dirigida por los pastores Jorge y Alicia Ledesma también fundadores del proyecto “Invasión del amor de Dios”. La congregación tuvo una expansión asombrosa desde su constitución, con un impresionante poder de convocatoria que se apoya en la fe de miles de personas.
LA VERSIÓN VECINAL
“No tenemos nada en contra de que abran una iglesia de la religión que fuera. El problema lo tenemos con la falta de respeto con la que se manejan. Llegaron hace un mes y tratan con prepotencia y soberbia a los vecinos que tenemos décadas acá”, afirmaron Manuel Díaz, Susana Ramírez, Sofía Solís, Cristian Olszak y Delia Gómez, que son algunos de los vecinos que expusieron la problemática.
Díaz opinó que el Municipio debería intervenir porque “esta gente no tiene habilitación formal para muchas de las cosas que hacen. Corren a nuestros hijos del único espacio verde del barrio cuando van a jugar a la pelota como si la plazoleta fuera de ellos ¿Quiénes se creen que son?”, manifestó ofuscado.
Los vecinos juntaron cerca de 100 firmas para presentar una nota al intendente de Resistencia, Roy Nikisch, en la que le señalan que “desde que se instaló la iglesia evangélica del pastor Ledesma se han suscitado denuncias por deterioro de algunas viviendas lindantes. Perduran los ruidos y se ha potenciado la violación a espacios públicos”.
“Además el quilombo es insoportable. Comienzan temprano el viernes y no paran con la música hasta el domingo a la noche. No podemos descansar a la siesta tranquilos”, dijo Díaz.
Otro aspecto que condiciona la armonía de la comunidad tiene que ver con el recorrido de la línea 8. “Es el único ramal que entra al barrio por Fortín Rivadavia y cada fin de semana de eventos el colectivo tiene que cambiar el recorrido porque la calle está repleta de vehículos. Muchos vecinos quedan esperando en vano su transporte”.
Las quejas de este grupo de vecinos incluye lo que llaman “una usurpación de la calle. Hicieron un muro de cuatro cuadras sobre la calle Fortín Loma Negra. Literalmente se “comieron” la mitad de la calle y ahora no pueden circular por allí ambulancias, ni el camión de bomberos, ni vehículos grandes ¿Qué va a pasar cuando un vecino de las 100 Viviendas necesite atención médica o si hay un incendio no pueda ingresar el auxilio de los bomberos?”, alertó Díaz.
¿COLGADOS?
Según el testimonio de Manuel Díaz, electricista de profesión, miembros de la iglesia “se vistieron de grafa azul y llegaron en camionetas, muchos pensamos que eran de Secheep, pero no. Cortaron un cable del poste principal y se colgaron de la luz. Y no solo eso, deformaron un desagüe natural del barrio para ahorrarse dinero y ahora cuando llueve todos los vecinos nos inundamos. Es el colmo”.
Los vecinos del barrio pidieron al Municipio que “tome la responsabilidad que le corresponde como mediador y actúe porque si no lo vamos a hacer nosotros y esto puede derivar en un enfrentamiento que va a escalar”. En las próximas horas habría una respuesta de las autoridades de la iglesia.