ENZO FERNÁNDEZ vive un renacer en Chelsea, donde contagiado por el flojo andar de un equipo armado para la pelea pero sin protagonismo, redondeó una floja primera parte del año que incluyó la intervención quirúrgica para dejar atrás los problemas físicos que le provocó una hernia.
En la presente Premier League su equipo es escolta de Liverpool y lo tiene entre sus principales figuras, incluso como líder de la lista de asistidores, con 8, seguido por otra estrella de los Blues, Cole Palmer, con 6. En tal sentido, Gardelito manifestó que “es mi mejor momento a nivel personal y como grupo desde que llegué. Me vengo sintiendo muy bien y el equipo demostro un carácter muy fuerte. Estoy trabajando con humildad porque así se pueden lograr las cosas”.
Tra reconocer que “mi primer año acá fue muy difícil”, explicó en diálogo con ESPN cómo se produjo su transformación para volver a ser el valor por el que los londinenses pagaron una cifra record de 80 millones de euros a Benfica: “No cambié nada, seguí por la misma línea, entrenando aunque no me tocaba jugar mucho. Fui aprendiendo en la posición que me tocó jugar, me costó la adaptación porque nunca había jugado ahí o no la entendía a la perfección. Aprendí en cada día y cada entrenamiento, aunque todavía queda mucho camino por recorrer
“No me sentía muy bien desde lo físico, no tuve una buena pretemporada porque tocó la Copa América, solo tuve una semana de vacaciones y enseguida empezamos a jugar. Maresca (Enzo, DT de Chelsea) me fue explicando cada día qué era lo que quería de mí. Cada vez estoy leyendo más los partidos y me encuentro muy bien”, agregó.
Respecto de la participación en el Mundial de Clubes que tendrá lugar a mitad de 2025, el jugador de la Selección Argentina reconoció que “quería enfrentarme a River para ver a mis ex compañeros y ahora que está Marcelo (Gallardo), también. Espero cruzarlos en octavos y abrazarlos a todos. Serán sensaciones encontradas. Es un gran torneo para disputar y esperemos que a los dos nos vaya bien”.
Se trata de una competencia que “se toma con mucha responsabilidad. Es a final de temporada y demanda mucho a nivel físico y mental poder jugarlo, pero estoy con muchas ganas y mucha ansiedad porque es importante en lo institucional”.
Acerca de la relación con Alexis Mac Allister, su compañero en la Scaloneta y rival en la lucha por el campeonato por ser uno de los símbolos de Liverpool, reveló que “no hablamos de la pelea por el título, casi nunca tocamos temas futbolísticos. Cuando nos mensajeamos es para saber cómo estamos en lo personal y lo familiar”.
Aunque reconoció con una sonrisa que “cuando somos rivales dentro de la cancha no hay respeto, ni nada. Se acabó la joda”.