La técnica de meditación trataka, que significa “fijar la mirada” en sánscrito, consiste en concentrar la atención visual en un punto fijo, como la llama de una vela, una flor o la luna. Esta práctica milenaria, originaria de la tradición yóguica, es una de las seis técnicas de purificación del hatha yoga. Al enfocar la mirada, trataka ayuda a desconectar del ruido exterior, promoviendo la calma mental, reduciendo el estrés y mejorando la capacidad de concentración. Además del enfoque visual, esta meditación combina control de la respiración y atención plena.
Los beneficios son múltiples. A nivel físico, reduce la presión arterial y la frecuencia cardíaca, fomentando un estado de relajación. También activa el sistema nervioso parasimpático, lo que puede mejorar el bienestar general. A nivel mental, trataka actúa como un ancla para la mente, liberándola de pensamientos negativos y ansiosos, mejorando la concentración y la claridad de pensamiento, así como la toma de decisiones. Además, promueve el equilibrio emocional y puede fortalecer la memoria y la agilidad mental.
Para incorporar trataka en la rutina diaria, se recomienda comenzar con sesiones cortas de 5 a 10 minutos, estableciendo una intención clara, y practicando con constancia en un entorno tranquilo. Es fundamental evitar forzar la vista y descansar si se experimentan molestias. Si bien trataka puede ser beneficiosa, es importante ser consciente de las posibles limitaciones y precauciones, especialmente para personas con condiciones oculares. Se aconseja consultar a un especialista en salud ocular en caso de dudas.