Café, cacao y carne lideran las subas especulativas

La tensión financiera impacta en los precios y los incrementos llegan a las góndolas. Aumentos en medio de ventas que no se recuperan.

Los aumentos de precios que se observan en las últimas semanas no solo responden a una estacionalidad en la demanda de determinados productos sino que muchas de ellas obedecen a la especulación que hace la industria alimenticia y también de otros rubros ante las rumores de una devaluación del peso en el corto plazo. DIARIO NORTE realizó una recorrida por supermercados y dialogó con dirigentes del sector, que indicaron que aún en un escenario de merma en las ventas se dan incrementos puntuales.

En ese sentido, citaron al café, el cacao y algunas infusiones, como también en la carne de vaca que luego se traslada al pollo y al cerdo.

El dirigente Miguel Simons indicó que se trata de una situación que no es atípica para el comportamiento promedio de los grandes empresarios, pero que el comerciante pyme poco margen de maniobra cuenta y solo debe tratar de mantenerse en pie en un país acostumbrado a transitar crisis.

VOLUMEN Y RENTABILIDAD

Simons sugiere que esta dinámica de precios se debe, en parte, a una presión constante en los costos que afecta a toda la cadena. Además, plantea una hipótesis sobre el comportamiento de la industria, que podría estar priorizando la rentabilidad por sobre el volumen de ventas.

“Es cierto que cayó la comercialización pero en algunos casos si no se acompaña el precio de costo que se mueve al ritmo de la especulación tampoco conviene, por eso es productos de baja rentabilidad es preferible perder un poco de cantidad pero mantener los niveles de equilibrio”, señaló. Finalmente, expresó que mientras impera la falta de certezas con el tipo de cambio, se vivirá un clima de constante incertidumbre.

“La cotización de poco más de 1000 pesos de hoy del dólar oficial es algo ficticio, todas las operaciones se hacen al valor de los dólares financieros”, agregó y concluyó que la situación actual está marcada por una oferta y demanda debilitadas, donde el poco crecimiento obedece justamente a aquellos productos con escasos márgenes de ganancias.

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