Omar Camps, secretario de la Cámara de Comercio de Resistencia, analizó el impacto del nuevo sistema cambiario y advirtió que el consumo aún no se recupera. “Estamos en una doble Nelson”, graficó.

En un contexto marcado por cambios acelerados y expectativas inestables, el secretario de la Cámara de Comercio de Resistencia, Omar Camps, trazó un diagnóstico crudo pero realista de la situación actual del comercio local.
Camps explicó que la reciente modificación del sistema cambiario generó movimientos abruptos en el valor del dólar, lo que disparó una dinámica de precios que impacta de lleno en las decisiones económicas de familias y empresas. “Hubo un salto de 13,7% del dólar en el Banco Nación, y después bajó. Estos vaivenes generan ruido. Hoy nadie se anima a tomar decisiones de inversión ni de consumo”, dijo.
Entre la expectativa y la realidad
Si bien el gobierno nacional asegura que la inflación está cediendo y que el poder adquisitivo empieza a recuperarse, Camps fue cauto: “Quizá la moneda tenga un poco más de poder de compra, pero la plata se va en tarifas, transporte, combustibles. La plata no está en los mostradores, y eso lo vemos todos los días”.
El referente comercial e integrante del Grupo ICC (del rubro eléctrico) subrayó que las pymes están asfixiadas: “Estamos en una doble Nelson. No hay ventas, pero tampoco hay crédito accesible. Las tasas bancarias están altísimas. Un leasing puede costar entre el 51% y el 57%. ¿Qué actividad hoy te rinde eso para pagar un préstamo? Ninguna”.
Construcción, el rubro más golpeado
Camps no dudó en señalar que uno de los sectores más afectados es el de la construcción, junto con sus servicios conexos. “Hay una paradoja: podés comprar una zapatilla en 12 cuotas sin interés, pero para comprar una casa tenés que poner todo de contado. Así no se puede reactivar el rubro”.
No obstante, se mostró con algo de optimismo respecto al mercado inmobiliario: “Las unidades usadas y los terrenos están teniendo un buen despegue. Si aparece el crédito hipotecario, el sector puede empezar a moverse otra vez. Pero mientras tanto, ¿qué hacemos? Tenemos costos que pagar”.
Tarifas, alquileres y la presión sobre el comercio
Consultado sobre el impacto de las tarifas y los costos fijos, Camps fue contundente: “Para una pyme o un pequeño comercio, sostener alquileres, luz, agua y servicios es cada vez más difícil. Encima no vendés, y si querés invertir, el crédito es impagable. No pedimos que nos regalen nada, pero necesitamos tasas razonables”.
En ese marco, recomendó prudencia ante el nuevo escenario: “Hay que esperar. Es prematuro sacar conclusiones. El mercado manda y si la política no logra credibilidad, todo se traba. Ojalá pronto se empiece a ver algo de estabilidad”.