Una jubilada porteña de 80 años obtuvo un fallo histórico contra las empresas Cartasur y Enpro, que la sometieron a préstamos predatorios y cobranzas agresivas. La Cámara Nacional en lo Comercial de la Ciudad de Buenos Aires la declaró “hipervulnerable” y anuló todas sus deudas.
La mujer, con ingresos mínimos, terminó destinando el 49% de su jubilación a pagar créditos que solicitó para subsistir. Los contratos -firmados con cláusulas en blanco- ocultaban las altísimas tasas de interés. Su yerno intentó durante dos años obtener la documentación sin éxito.
La empresa de cobranzas Enpro la hostigó con mensajes intimidatorios por WhatsApp y falsas amenazas de juicio. “Me llamaban a cualquier hora exigiendo pagos que no podía cumplir”, relató la víctima, quien solo tiene educación primaria.
Las empresas se defendieron alegando haber actuado correctamente, pero los jueces encontraron irregularidades graves: contratos sin tasas de interés especificadas; firmas en documentos incompletos; y préstamos otorgados pese a su evidente incapacidad de pago.
La sentencia ordena $2.6 millones por daño moral; $5 millones por daño punitivo; eliminación de todas las bases de deudores; y prohibición de nuevos reportes crediticios.
“Este fallo sienta un precedente clave contra el abuso a adultos mayores”, destacaron desde la defensa. Las empresas tienen 48 horas para cumplir lo ordenado.