Jefe de la Policía del Chaco: “Necesitamos entre 11.000 y 12.000 agentes para brindar un servicio de mediana calidad”

Fernando Romero, titular de la Policía del Chaco, brindó un detallado diagnóstico sobre la situación actual de la fuerza. “Cerrar la Escuela de Policía fue una decisión política que hoy se paga con falta de personal”, sostuvo. Habló del ingreso de agentes, el combate al narcotráfico, los delitos menores, el uso de armas Taser y el traslado de presos desde comisarías al sistema penitenciario.

El funcionario afirmó que la institución se encuentra en pleno proceso de incorporación de nuevos agentes y cadetes, al tiempo que advirtió sobre la necesidad de reforzar los recursos humanos para combatir el delito y garantizar una cobertura adecuada en todo el territorio provincial. “Estamos en pleno proceso de selección de los futuros postulantes para oficiales y agentes de policía, que van a ingresar a la escuela en marzo del año que viene”, señaló de visita en los estudios de CIUDAD TV.

Indicando que actualmente se están formando 120 cadetes para oficiales, modalidad reabierta tras seis años, y 500 alumnos como agentes, cuyo egreso está previsto para diciembre. Romero explicó que este año se inscribieron 9.200 postulantes, aunque aclaró que “nunca superamos la capacidad operativa de la escuela, que es de 400 alumnos”. El proceso incluye preinscripción online, presentación de documentación, pruebas físicas y de conocimiento, y examen médico.

Romero insistió en que la formación es clave para mejorar la capacidad operativa de la fuerza. “En el curso ya se van observando los perfiles. Después de uno o dos años de práctica en la calle, se define si el agente puede desempeñarse en Drogas Peligrosas, Cibercrimen, Investigaciones o áreas administrativas”, explicó. Y sostuvo: “Es muy diverso el universo de la institución. Formar bien a los nuevos agentes es esencial para que la policía esté preparada y cerca de la gente”.

“Cerrar la Escuela de Policía por cuatro años fue una decisión política que causó un perjuicio a la seguridad de todos los chaqueños”, afirmó. Según explicó, durante ese tiempo no se formaron nuevos agentes y muchos efectivos se retiraron tras cumplir 30 años de servicio. “Esos son los policías que hoy nos faltan en los barrios de Resistencia”, aseguró.

La situación se agrava en localidades alejadas. “Cuando uno más se aleja hacia el Chaco profundo, se siente más la falta de personal”, advirtió. Puso como ejemplo a Charata, donde “siempre falta personal porque los jóvenes no se interesan en ingresar”. Para cubrir esos destinos, deben derivarse egresados de Resistencia o Sáenz Peña, pero “el desarraigo hace que vuelvan a sus localidades”.

Romero estimó que, actualmente, la Policía del Chaco cuenta con 7.800 efectivos, aunque se necesitarían entre 11.000 y 12.000 para ofrecer un servicio de “mediana calidad”. “A fines de 2027, estaremos cercanos a los 9.000 hombres. Hoy estamos conteniendo el delito para que no escale, pero tenemos dificultades en determinados días y horarios”, remarcó.

Lucha contra el narcotráfico y el delito organizado

Romero también se refirió al trabajo de Inteligencia Criminal, que actúa en coordinación con la Justicia. “Tenemos detectadas todas las personas que se dedican a delinquir en la provincia. El que hace entraderas, boqueteros, motochorros, y también el que vende estupefacientes”, dijo.

Señaló que, apenas asumió la jefatura, una de las primeras medidas fue realizar un relevamiento de puntos de venta de drogas. “Sabemos perfectamente quién y dónde venden”, sostuvo. Aclaró que si bien la policía tiene capacidad para realizar hasta 100 allanamientos diarios, “la justicia de narcomenudeo no tiene esa misma capacidad, porque hay solo dos fiscalías y pocos ayudantes fiscales”.

“No obstante, todos los días allanamos entre cinco y seis búnkeres en Resistencia y otros tantos en el interior”, precisó. Según Romero, la Policía del Chaco es la fuerza del país que más droga secuestró en los últimos dos años, después de las federales. “En 2024 secuestramos 1.200 kilos de marihuana y 60 de cocaína. En lo que va del 2025, ya llevamos 1.400 kilos de marihuana y 47 de cocaína”.

También destacó la detención de miembros del clan Sosa, en Roque Sáenz Peña, y de otros grupos menores “que ingresaban mucho estupefaciente a la provincia”.

Delitos menores y presencia territorial

Sobre los delitos comunes, Romero sostuvo que “el delito ordinario no aumentó, pero tampoco disminuyó”, y que están trabajando para reforzar las comisarías con más personal y móviles. Uno de los principales problemas actuales es el robo por parte de personas en situación de calle. “Tenemos muchísimos en Resistencia que deambulan en horario de siesta, noche y madrugada, y roban todo lo que está a su alcance”, relató.

“Eso está indignando muchísimo al vecino”, dijo, y mencionó robos reiterados de reflectores, mangueras, focos y cestos de basura. En respuesta, adelantó que esta semana lanzarán un nuevo circuito de seguridad en el micro y macrocentro de la ciudad, con patrullajes por avenidas clave como Soberanía Nacional y Colectora Norte. “Nos preocupan algunos robos piraña y estamos reforzando la prevención con circulación constante”, afirmó.

Traslado de presos y sistema penitenciario

Romero informó avances en el traslado de condenados desde comisarías a unidades del Servicio Penitenciario. “En un hecho histórico se refaccionó el pabellón seis del complejo de Roque Sáenz Peña para 104 plazas”, dijo. El pabellón siete, también en esa ciudad, se inaugurará próximamente con la misma capacidad. “Hoy tenemos aproximadamente 300 condenados en comisarías sobre un total de entre 1.600 y 1.700 detenidos”, explicó.

También mencionó futuros trabajos de ampliación en la Alcaidía de Villa Barberán, que permitirán descongestionar comisarías del área capital.

Armas Taser

En cuanto al uso de pistolas Taser, Romero informó que ya fueron adquiridas diez unidades, con un valor de 12 millones de pesos cada una. “El personal ya está capacitado. Un instructor se formó en la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y ahora será quien capacite al resto”, señaló.

Explicó que las Taser son “de uso excepcional, cuando se ponga en riesgo la vida de una persona”, y que “no reemplazan al arma de fuego, sino que son una herramienta alternativa de disuasión”. También se incorporaron pistolas y carabinas con postas de goma para situaciones operativas puntuales.

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