ndependiente cayó 1-0 ante la U en la ida de octavos de final de la Copa Sudamericana por el tanto de Assadi.

INDEPENDIENTE fue a Santiago en busca de un buen resultado para arrancar con optimismo los octavos de final de la Copa Sudamericana, pero en la noche del miércoles no pudo transformar en éxito sus intenciones y perdió 1-0 con la U de Chile.
Con la presencia de dos mil hinchas visitantes en un escenario repleto con 45 mil personas, los de Avellaneda salieron a imponer condiciones y sorprendieron a la U dominando el medio con Luciano Cabral como estandarte. Si bien no generó chances claras, sí insinuó bastante más que el local.
Pero la primera clara fue a los 24′, por un centro y cabezazo de Javier Altamirano que Rodrigo Rey, que utiliza un cabezal de protección por un traumatismo en la cara contra River, contuvo muy bien parado sobre la línea.
Al promediar la etapa inicial el partido se hizo más de ida y vuelta, pero el cuadro chileno de a poco intentó arrinconar a la visita. La más nítida fue a los 34, tras un pase de Lucas Assadi al centro del área que Fabián Hormazábal remató apenas desviado. De inmediato, a los 35, llegó la apertura del marcador por medio del propio Assadi, quien definió esquinado y de derecha desde la medialuna del área.
El gol de Assadi para el 1-0 de U de Chile ante Independiente.
De ahí hasta el final del primer tiempo hubo supremacía del elenco trasandino, que se impuso por presencia ante un Independiente que se desinfló.
En la segunda parte, Vaccari arrancó con Gabriel Ávalos, que ingresó por Walter Mazzantti, como referencia de área con Matías Abaldo corrido hacia la derecha. Cabral contó con una ocasión a los 4 minutos tras cesión de Santiago Montiel.
Sobre los 14, una buena combinación entre Abaldo y Ávalos terminó con un zurdazo desviado del uruguayo.
El ex Gimnasia fue motor de la levantada de Independiente, que pudo imponerse en el juego y aproximarse al arquero Gabriel Castellón, pero a los 27 minutos fue expulsado por una fuerte falta que le valió la doble amarilla. Abaldo pareció no haberse percatado de que le habían sacado la primera.
A partir de allí, todo lo bueno que insinuó el Diablo para alcanzar la paridad comenzó a perder peso y la U aprovechó el hombre de más para controlar el partido, aunque sin poder ampliar la ventaja que le diera más comodidad para la revancha del próximo miércoles en Buenos Aires.
