Una brutal agresión y un desgarrador drama familiar sacuden a un barrio de Resistencia. Florencia Micaela Romero, de 28 años, denunció a su propio hermano, Miguel Ángel Romero, de 40, por haberla atacado salvajemente con un destornillador, provocándole lesiones en el rostro. La agresión, ocurrida en la noche del martes es solo el último capítulo de una historia de violencia y angustia que la familia sufre a causa de la adicción del hombre a las drogas.
La denuncia de Florencia, radicada en la comisaría Quinta, detalla que se dirigió al domicilio de su hermano para visitar a su abuelo. Allí, una discusión con Miguel Ángel, quien según la mujer es adicto, escaló hasta que este tomó un destornillador y la agredió. La víctima, con heridas en la cara, fue asistida y el caso pasó a manos de la Fiscalía de Investigación Penal N° 1 ordenó de inmediato la aprehensión del agresor.
El drama se profundiza con una segunda denuncia, presentada por el abuelo de ambos, Crispín Romero, de 88 años. En un desgarrador testimonio, el anciano relató ante la policía que vive con el constante temor de su nieto, quien padece problemas de consumo y lo acosa para pedirle dinero. El abuelo manifestó que el hombre lo insulta, lo amenaza y llegó incluso a advertirle que le prendería fuego a su casa.
La situación de violencia se volvió insostenible para la familia y según Florencia estos hechos se suceden hace años y su agresor dijo que pronto recuperaría la libertad y teme un nuevo ataque. El abuelo, quien no tiene a dónde ir, pidió a las autoridades que se tomen medidas de urgencia para que su nieto no se le acerque más, temiendo por su integridad física. La angustia de Florencia y de su abuelo es el reflejo de una familia rehén de la violencia de un adicto, a la espera de que la justicia actúe para poner fin a su calvario.