La vajilla volvió a las manos de Martín Murano décadas después y asegura que el dinero que recaude será usado en una buena causa. ¿De qué se trata?
El hijo de Yiya Murano subasta las tazas con las que su mamá envenenó con cianuro a dos amigas y a una prima a las que les debía plata entre febrero y marzo de 1979. Martín Murano contó que, después de volver a reencontrarse con las tazas, se le ocurrió la idea de hacer una subasta para “convertir algo macabro, siniestro, en algo bueno”.
De esta manera, la vajilla ya está a la venta para que algún afortunado la compre. Con el dinero recaudado Martín colaborará conel Refugio de animales de Mili González que da techo y comida a más de 50 perros y gatos en la ciudad balnearia de Mar del Plata.
Lo curioso de esta historia es que la vajilla volvió a sus manos después de décadas: “Yo se la había regalado a la madre de una amiga mía hace muchos años pero esa mujer murió hace poco y mi conocida me dijo ‘te voy a mandar algo que es tuyo’”.
Sin pensar en qué podía llegar a ser, cuando el paquete llegó a su casa días después y lo abrió su mente recordó la historia de su mamá: “Vi lo que era y me quería morir”.
A pesar de que María de las Mercedes Bolla “Yiya” Aponte de Murano murió hace casi una década, siempre se supo que no tuvieron buena relación y por este motivo, junto con la historia que había detrás de las tazas, Martín había decidido regalar la vajilla.
Se pudo saber que en una de esas tazas tomó el té la primera víctima de Yiya Murano, Nilda Gamba. Martín contó en diálogo con TN que ese día la amiga de Yiya había ido a merendar y que se descompuso.
“Es macabro. Con una de esas tazas que tengo acá asesinaron a una persona que yo quería más que si fuera mi tía”, expresó.
Este recuerdo le provocó una sensación extraña a Martín por lo que había decidido tirarlas. Sin embargo, un amigo le sugirió que las subaste y done la plata al refugio que apadrina.
“Quiero convertir algo macabro, siniestro, en algo bueno, sobre todo porque es muy paradójico ya que Yiya Murano odiaba a los animales”, resaltó.
“La envenenadora de Monserrat”
Cristina Bernal, más conocida como Yiya Murano fue conocida en la historia policial argentina como “La envenenadora de Monserrat”. Nacida el 20 de mayo de 1930 fue una prestamista y asesina en serie, acusada de al menos tres cargos de homicidio y estafa en 1979.
Condenada por estos crímenes, estuvo 16 años detenida y su historia pasó de las tapas de los diarios a la televisión (en la ficción “Mujeres asesinas” de El Trece) y los libros. Según el propio hijo de Murano, Martín Murano, su mamá falleció sola en un geriátrico del barrio porteño de Belgrano, en Buenos Aires el 23 de junio de 2014.