El presidente del Xeneize recordó su primera salida del club: “Me empujaron un poquito”.

JUAN ROMÁN RIQUELME defendió la camiseta de Barcelona en la temporada 2002/2003, quizá la etapa menos feliz de su carrera debido a la falta continuidad y oportunidades brindadas por Louis van Gaal. Menos alegres aún fueron las circunstancias en las que se dieron su salida de Boca. El ahora presidente del club le brindó una extensa entrevista desde el vestuario de La Bombonera al podcast Enfocados y en el mismo narró un crudo relato sobre ese momento: “En 2001, el día que jugamos contra Vasco da Gama acá (NdR: 30 de mayo), Boca me vende a Barcelona en medio de la Copa. La realidad es que yo me quería quedar a jugar acá toda la vida”.
“A mi papá le gusta mucho el fútbol y él quería que juegue acá no más. No le importaba otra cosa. Yo me fui 5 años y medio a Europa, no fue a verme nunca. Volví a acá y no falta un partido. Él quería que juegue acá y yo quería jugar acá”, aseveró Román.
Sin embargo, el 2 de abril de 2002 sucedería algo que cambiaría todo y que Riquelme describió como un empujón para su partida: el secuestro de su hermano Cristian, quien estuvo cautivo durante 30 horas hasta que Román pagó el rescate.

Juan Román y Cristian, en La Bombonera.
“En julio de 2002 me termino yendo porque a mí me secuestran a mi hermano. Entonces ahí dije, bueno me tengo que ir… porque me empujaron un poquito con que me lo devolvieron. ‘Esta vez te lo devolvemos, la próxima no. Te tenés que ir’. Así que muchas chances no me dieron de pensarlo, yo no quería irme”, confesó Riquelme.
