El presidente de Boca y el entrenador de Talleres se verán las caras el domingo en el arranque de los playoffs del Torneo Clausura.
SE AVECINA EL PARTIDO DEL MORBO. Los octavos de final de los playoffs del Torneo Clausura 2025 arrojaron un cruce muy esperado: Boca recibirá este domingo, desde las 20 en la Bombonera, a Talleres.
En el palco estará Juan Román Riquelme, el presidente de Boca y máximo ídolo de su historia. En el banco de suplentes, Carlos Tevez, entrenador del conjunto cordobés y uno de los más grandes íconos del mundo azul y oro.
Una vez confirmado el duelo que cruzará a ambos, después de la victoria de Gimnasia ante Platense en el cierre de la fase regular, el foco giró hacia la relación de los dos ex jugadores de Boca.
En mayo de este año el Apache, todavia sin haber agarrado Talleres,habló con El Gráfico y destiló lo que pensaba de aquel presente de Boca, que distaba de la tranquilidad que se vive por estos tiempos.
“Veo lo que vemos todos. La verdad es que veo poco los partidos, pero lo veo. Lo vemos todos: es un equipo que no encuentra el rumbo, no hay rumbo directamente. Me pone muy triste”, expresaba un preocupado Carlitos, ex compañero de Riquelme en la Selección Argentina pero con muchas idas y vueltas en el ámbito de Boca, incluso desde el inicio: de chico Tevez fue alcanzapelotas durante el primer ciclo de Riquelme como jugador del Xeneize.
Para Tevez el partido del domingo será su segundo regreso tras el retiro de Boca en 2021. Un año después de colgar los botines visitó la Bombonera como entrenador de Rosario Central y, tras el empate 0-0 y luego de recibir un reconocimiento, manifestó: “Es una sensación que no se puede explicar, fue muy rara. Es el club de mis amores. La sensación de querer ganarle es totalmente distinta. Son emociones encontradas”.
Riquelme y Tevez, juntos en la Selección Argentina.
Los cruces
En dicienbre de 2019 el Mundo Boca viviría una revolución: Riquelme ganaría las elecciones como vicepresidente segundo de Jorge Amor Ameal y pondría fin a un ciclo de 24 años de macrismo en el club.
Tevez , cercano a Macri, había puesto en duda su continuidad: “Si no puedo seguir en Boca me retiro”. Su estadía en el Xeneize se arregló en cinco minutos: Riquelme lo llamó, le preguntó si quería seguir y contó públicamente que esperaba que el Apache recuperara la alegría de jugar a la pelota.
En marzo de 2020, antes de la cuarentena por la pandemia, Tevez se convirtió en el artifice de un título cinematográfico: con su gol, el Boca de Miguel Ángel Russo venció 1-0 a Gimnasia, dirigido entonces por Diego Maradona, y le arrebató el título de la Superliga a River, que llevaba siete fechas puntero.
Parecía la recuperación de un vínculo entre Tevez y Riquelme que había tenido fuertes roces. En 2017, cuando Tevez decidió marcharse a China para luego volver, develaría lo que pensaba entonces el plantel de Boca respecto de las bombas que solía detonar Riquelme en las notas por televisión para criticar a Boca, en aquel momento con otra conducción.
Rquelme jugador, Tevez alcanzapelotas: el origen de un vínculo peculiar.
“No veo bien al club. La verdad es que no estoy de acuerdo con la manera de manejarse”, disparaba Román cada vez que tenía un micrófono en la mano respecto de la dirigencia encabezada por Daniel Angelici.
La respuesta de Tevez, desde China, fue demoledora: “Cuando él jugaba no tenía amigos periodistas, ahora toma mate con ellos. Siempre trata de tirar para abajo a los jugadores de Boca, al cuerpo técnico. Y los jugadores de Boca ahora un poco le hacen frente y hacen bien. Pero no le hace bien al club ni a los chicos que están jugando. Riquelme era un ídolo adentro de la cancha, pero afuera deja mucho que desear”.
Tiempo más tarde, consultado por el tema, dijo: “Me llevo muy bien. Ya está todo solucionado”. Desde su lado, Riquelme había admitido no ser amigo de Carlitos pero si sentir un cariño profundo por él.
En junio de 2021 el Apache anunciaría su retiro sentado al lado de Riquelme, vicepresidente y encargado del área de fútbol del club.
“Carlos dijo que deja de jugar y no hay nada que hacer. Por lo menos lo vimos jugar un año y medio más. Por eso, estamos contentos”, decía Román al respecto.
Y agregaba: “Cuando nosotros llegamos al club, todos pensaban que lo íbamos a echar. Nosotros estábamos convencidos que él nos iba a ayudar y nos ayudó. En el primer torneo lo hizo muy bien. Y ahora le está pasando lo lógico: el paso del tiempo. Eso es lo único que no podemos arreglar. El tiempo que nos pasa a todos”.
Riquelme-Tevez, el abrazo final. ¿Se repetirá?
“Dio todo lo que podía dar. Ya en los últimos partidos le empezó a costar mucho. Ahora ha tomado esta decisión y hay que apoyarlo. Eso es lo que tenemos que hacer”, sentenciaba el dirigente.
Tevez, entonces, respondía las preguntas sobre el vínculo con Román: “Lo llamé y le dije lo mismo que estoy diciendo acá. Es un tema mío, de mi familia. Román lo entendió. No hay mucho más que eso. Hablamos una hora, queda entre Román y yo. Entendió todo desde un principio. Mi carrera en Argentina está terminada. En el único club que jugaría en Argentina es en Boca, en ninguno más”.
Ambos se retirarían de la sala de conferencias fundidos en un abrazo mientras caminaban, en una imagen que quedaría grabada en la retina de los hinchas de Boca y que acaso reavive la esperanza de repetirse algún día. ¿Será el domingo?