Ruido dentro y fuera de la policía por nombramientos de familiares de jefes a dos meses del cambio de gobierno

No hubo concursos de ingreso anunciados públicamente ni la necesidad de formarse en la Escuela de Policía  previamente. 

  

La Policía del Chaco siempre fue un territorio sensible desde todo punto de vista. También en lo que hace a sus movimientos de personal, porque la carrera los uniformados es más corta que la de otros agentes del Estado y de escalar posiciones a tiempo depende si el retiro será confortable en términos previsionales o un poco más modesto. También porque muchos policías buscan que sus hijos también tengan una oportunidad en la institución.

Todos esos factores influyen para que ahora un par de decisiones relacionadas con incorporaciones de personal estén generando un intenso ruido interno y externo, al punto que es uno de los temas que ya forma parte de la agenda de asuntos que el equipo del gobernador electo, Leandro Zdero, revisa para determinar si los nombramientos son legales o podrán ser cuestionados administrativa o judicialmente como para evitar que engorden aún más las erogaciones salariales del sector público.

 

MUCHOS FAMILIARES

Uno de las puntos conflictivos de la historia es un decreto del 3 de octubre pasado en el que el gobierno saliente designa, a dos meses de dejar el poder, a 34 jóvenes civiles como personal policial, aprovechando que en marzo de 2021 otro decreto había creado un “Sistema Provincial de Búsqueda de Personas”.

Nombramientos de familiares y amigos en la Policía del Chaco sin concursos abiertos y a dos meses del recambio gubernamental.

Lo que más escozor generó entre las propias filas policiales es que la lista de beneficiarios incluye mayoritariamente a hijos y otros familiares de lo más alto de la pirámide jerárquica de la institución.

Si bien el mismo decreto determina que los jóvenes (la mayor parte de ellos de entre 20 y 30 años) recibirán una capacitación para poder ocuparse de la temática bajo la cual se fundamenta su ingreso a la Policía, la preparación es casi simbólica, según diferentes fuentes.

“Con tener un curso que va a terminar en noviembre ya los van a dar como aptos”, se quejaba un hombre de la fuerza.

Lo que molesta dentro de la propia Policía es que los afortunados que lograron la designación accederán sin tener que atravesar ninguna de las pruebas que deben sortear quienes buscan ingresar a la institución por los canales normales, es decir formándose en la Escuela de Policía, previo a competir en un examen de ingreso abierto que pueden rendir todos quienes reúnan los requisitos y condiciones establecidos.

En este caso fue todo diferente: nadie avisó de las vacantes, nadie habló del área que se iba a poner en funcionamiento y, para colmo, los elegidos son en gran medida parientes de autoridades actuales.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *