Todo indica que de esos dos nombres surgirá el reemplazante de Jorge Almirón para encarar los objetivos futbolísticos de 2024.
BOCA todavía no designó al encargado de tomar el timón futbolístico tras chocar contra ese iceberg llamado Fluminenseen la final de la Copa Libertadores. La desilusión por no conseguir la Séptima desembocó en la inmediata renuncia de Jorge Almirón y la conducción interina de Mariano Herrón, que tras un breve ciclo ya volvió a su puesto en la reserva.
Antes del 3 de diciembre, día para el que estaban pactadas las elecciones en el club, no parecía haber ningún apuro en designar al nuevo entrenador, más allá de las cartas que mostraban los candidatos del oficialismo, Juan Román Riquelme, y el de la oposición, Andrés Ibarra, acompañado por su postulante a vicepresidente, Mauricio Macri.
Desde su cargo vigente, Román sólo había dicho que ya tenía al elegido pero que iba a revelarlo una vez ganados los comicios, si bien deslizó que el por entonces DT de Huracán, Diego Martínez, estaba entre los que le agradaban. En la vereda de enfrente surgió una única posibilidad encarnada por un pesado nombre de la historia Xeneize: Martín Palermo, a cargo del plantel de Platense. Cuando el propio Titán reveló que su máximo sueño era hacerse cargo del banco boquense, el Calamar había cerrado una muy buena primera etapa de la Copa de la Liga pero no imaginaba el presente que lo instaló en la final del torneo que disputará el sábado 16 de diciembre en Santiago del Estero frente a Rosario Central.
Pero la medida cautelar que suspendió el acto comicial que aún no tiene fecha de realización complicó el panorama para la planificación inmediata de los pasos a seguir por un plantel que se encuentra de vacaciones hasta el 27 de diciembre. Muchos de los nombres que lo integran no tienen asegurada su continuidad y esperan con ansiedad las definiciones para tener más claro su futuro.
Si la elección se desarrolla el domingo 17, algo que se definirá de manera inminente, el resultado dará la pauta inmediata de lo que podría ocurrir. Un triunfo de Riquelme catapultará a Martínez, que el jueves pasado renunció a su cargo en Huracán y reconoció que recibió el llamado boquense para concretar uno de los mayores sueños de su carrera.
Si gana Ibarra, automáticamente será ungido Palermo como conductor, apenas 24 horas después de una posible consagración como campeón al frente del cuadro de Vicente López.
Si el comicio se pospone para marzo de 2024, que es una posibilidad muy firme, quedaría sellada la contratación del técnico saliente del Globito que tendrá que demostrar su valía durante los meses previos a la elección de nuevas autoridades, sobre todo si se imponen Ibarra-Macri, cuya carta fuerte en las promesas deportivas es el desembarco del mayor goleador de la historia del club.
Un gran desempeño de Martínez haría peligrar la posibilidad de cumplir con el cometido y la vuelta de Palermo en otro rol debería esperar un poco más.