Por primera vez, el Gobierno hizo una distinción política y convocó a una reunión a los gobernadores de Juntos por el Cambio que la gestión de Javier Milei pretende tener como aliados para aprobar la ley ómnibus en los próximos días. Este mediodía, el ministro del Interior Guillermo Francos y su par de Economía, Luis Caputo, convocaron a un encuentro a los diez mandatarios provinciales que responden al radicalismo y a Pro.
Los gobernadores le reiteraron a los funcionarios nacionales que pretenden darle “gobernabilidad” a la gestión de Milei y que trabajarán con sus representantes en el Congreso para colaborar con la aprobación del proyecto en general. Advirtieron, sin embargo, que evalúan retirarle el apoyo a la iniciativa en particular en todos aquellos capítulos que tengan impacto en las economías de sus provincias. Es decir, a los artículos que fijan nuevas retenciones al campo y a los productos regionales, que modifican la ley de biocombustibles y que introducen reformas en la ley de pesca.
“Están para apoyar gran parte de las reformas siempre y cuando no se afecten intereses estratégicos y económicos de las provincias”, dijeron cerca de uno de los gobernadores presentes. Francos apuntó: “Los gobernadores transmitieron algunas consideraciones vinculadas a las economías regionales que estamos analizando“.
Ocho de los mandatarios se conectaron con la Casa Rosada de forma virtual. En la videoconferencia estuvieron Carlos Sadir (Jujuy), Eduardo Valdés (Corrientes), Claudio Poggi (San Luis), Marcelo Orrego (San Juan), Alfredo Cornejo (Mendoza), Ignacio Torres (Chubut), Leandro Zdero (Chaco) y Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires). Hasta el Salón de los Escudos del Ministerio del Interior se acercaron Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), que se encontraban en Capital Federal.
Francos está encargado de trabajar en una estrategia de consensos con los gobernadores para sumar apoyos al proyecto. Pero el Gobierno incorporó hoy al diálogo a Caputo, que es el más interesado en que se aprueben los artículos que incrementen los recursos del Gobierno para revertir el déficit fiscal. Conforme avanza la discusión del proyecto, queda sobre relieve que los capítulos más sensibles para el Gobierno son los que otorgan herramientas al ministro de Economía para digitar la botonera fiscal.
Negociaciones y hermetismo
Pese a que comunicó que estaba prevista una “reunión de trabajo” con los gobernadores de Juntos por el Cambio, el Gobierno mantuvo los detalles de la charla bajo un fuerte hermetismo. A diferencia de otras oportunidades, los gobernadores presentes se fueron de Balcarce 50 sin hacer declaraciones.
Fuentes oficiales se limitaron a señalar que, durante la comunicación, que se extendió por más de dos horas, los funcionarios y los mandatarios provinciales “dialogaron sobre la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” y “abordaron pedidos puntuales para potenciar las economías regionales”. Ayer, Francos había mantenido una reunión preparatoria con Frigerio en la Casa Rosada.
Cada uno de los gobernadores llevó sus planteos particulares frente al debate de la ley ómnibus que Milei envió a Diputados. Al tope de las preocupaciones están las retenciones a la soja y a la producción vitivinícola y otros productos regionales que podrían afectar fuertemente las actividades económicas de las provincias.
El proyecto de ley ómnibus establece que los subproductos de la soja pasarán a tener retenciones del 33% y que los productos que hoy no tienen derechos de exportación pasarán a tributar un 15%, aunque fija en cero las alícuotas para la producción olivícola, arrocera, láctea, frutícola y hortícola, entre otras.
Otro punto de la ley que genera resistencia entre los gobernadores es el referido a las modificaciones en la ley de biocombustibles ya que desregula fuertemente la actividad, lo que haría peligrar a las pequeñas y medianas empresas que fabrican biodiésel y bioetanol.