El 40% del ajuste fiscal que celebran Javier Milei y Luis Caputo “lo están pagando los jubilados”. La nueva fórmula de movilidad apunta a mantenerlos en sus mínimos históricos.
Aunque en campaña el ahora presidente Javier Milei prometió que el ajuste que se preparaba a lanzar lo pagaría “la casta”, lo cierto es que quienes más están soportando las penurias que está generando el plan económico libertario son los jubilados.
Decidido a toda costa a alcanzar el equilibrio fiscal sin reparar en sus efectos sociales, Milei prendió la licuadora a toda velocidad y comenzó a triturar sin perder tiempo jubilaciones y salarios. Así lo dejó en evidencia el último informe de la Consultora Sur Americana que reveló que hoy los haberes jubilatorios se encuentran en sus mínimos históricos.
En franco descenso desde la segunda mitad del gobierno de Mauricio Macri, y a pesar de los intentos de la gestión de Alberto Fernández por sostenerlos a lo largo de sus dos primeros años al frente de la Casa Rosada, lo cierto es que el poder adquisitivo de las jubilaciones no deja de caer desde octubre de 2022.
Ahora, la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que impuso el gobierno de Milei por decreto a espaldas del Congreso de la Nación apuesta a congelar los haberes jubilatorios en ese nivel y no incluye ninguna posibilidad de mejora en el futuro en pesos constantes.
Es decir, el gobierno de Milei apuesta a perpetuar en esos niveles de miseria los haberes jubilatorios.
De hecho para alcanzar los máximos históricos, la jubilación mínima debería más que duplicarse.
La nueva movilidad jubilatoria impuesta por decreto prevé que los haberes aumenten mensualmente por el Índice de precios al consumidor (IPC) de dos meses atrás. El empalme entre una y otra fórmula de actualización provocará una profundización de la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados de, por lo menos, 25 puntos porcentuales.
Además condenará a los jubilados a subsistir con un poder de compra que en la actualidad apenas supera la línea de pobreza para un adulto, que está muy por detrás de la canasta básica para la tercera edad, y sin la posibilidad de poder recuperarse incluso en el caso de que el gobierno logre controlar la inflación.
El informe de la Consultora Sur Americana también reveló que el fuerte ajuste a las prestaciones sociales, y no a la casta, explican el 44% de la caída del gasto primario.
Y señaló que casi la mitad del ajuste fiscal que celebran Milei y su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, lo explica el ajuste sobre las jubilaciones.
De acuerdo con Sur Americana “el 40% del ajuste fiscal esperado para este año lo pagan los jubilados”.
La verdadera trampa de la nueva fórmula de movilidad se encuentra en el empalme es decir en los meses de transición entre una fórmula a otra. Desde abril, el gobierno decidió comenzar a dar aumentos por IPC “a cuenta” del resultado de la próxima fórmula de movilidad vigente en junio.
En abril se otorgarán dos aumentos: uno equivalente a la inflación de febrero que fue de 13,2 por ciento; y otro extraordinario y por única vez de 12,5 por ciento que pretende (pero no logra) compensar la pérdida de poder adquisitivo del primer trimestre del año.
En concreto, en abril los y las jubiladas tendrán un aumento de 25,7 por ciento, lo que llevará al haber mínimo a 171.215 pesos que, con el bono compensatorio de 70.000 pesos que ya confirmó, resultaría en 244.125 pesos, cifra que apenas supera al ingreso que una persona debía tener en febrero para no ser considerada pobre.