Un sacerdote y varios feligreses fueron apuñalados este lunes por un hombre, que ha sido detenido, durante una misa en una iglesia cristiana en Sidney, que era retransmitida en directo en redes sociales.
Según informó la Policía de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sidney, ninguna persona persona sufrió heridas que pongan en riesgo su vida y están siendo tratadas por los servicios de emergencia.
En un comunicado, aseguró que el detenido está colaborando con la investigación, sin precisar más detalles o establecer una causa del asalto.
El ataque, que sucedió alrededor de las 19 (hora local en la Iglesia asiria del Buen Pastor del distrito Wakeley, fue perpetrado mientras la ceremonia religiosa era transmitida en directo a través de las redes sociales.
En el video se observa cómo un hombre vestido de negro se acerca al altar donde el religioso se dirige a su parroquia y apuñala al sacerdote en repetidas ocasiones, incluso cuando se encontraba en el suelo.
Los feligreses salen en auxilio del religioso y logran detener al agresor; el sacerdote, identificado como Mar Mari Emmanuel, cuenta con miles de seguidores en redes sociales y se hizo popular durante la pandemia de Covid-19 por sus ultraconservadores sermones contra las vacunas y la comunidad LGTB, según señaló The Sydney Morning Herald.
El Servicio de Ambulancias regional trasladó al religioso, de unos 65 años, a un hospital, mientras trató en el lugar a tres personas de heridas y laceraciones en brazos y manos, recoge el canal público ABC.
A raíz del incidente se han producido disturbios alrededor de la iglesia, ubicada en una multicultural comunidad del oeste de Sidney, entre las autoridades y una multitud que pedía que les entregaran al responsable del ataque, según se aprecia en vídeo publicados en las redes sociales.
“Se está llevando a cabo una gran respuesta policial y se insta al público a evitar el área”, apuntó la Policía local.
Este apuñalamiento se produce unas 48 horas después de otro incidente con arma blanca registrado en un centro comercial de la ciudad australiana, que se saldó con siete muertos -incluido el agresor-. La Policía descartó que el ataque del sábado fuera terrorista e investiga este lunes si se debe a un femicidio.