El nombre “Jorge” es sin duda el más común entre los cristianos de Tierra Santa. Una visita a la iglesia ortodoxa griega construida sobre las ruinas de su casa y sobre su tumba en lo que antes se conocía como Lidda, es también ocasión de una oración por el Pontífice, nacido Jorge Mario Bergoglio, con motivo de su onomástico, el 23 de abril.
San Jorge vivió en los primeros siglos de la Cristiandad. Nació en Lydda, Palestina, la tierra de Jesús, hijo de un agricultor muy estimado. Ingresó al ejército y fue capitán.
Cuando el santo llegó a una ciudad de Oriente se encontró con un terrible caimán (o dragón o tiburón) que devoraba a la gente y nadie se atrevía a enfrentarlo. San Jorge lo hizo y lo venció.
Llenos de admiración y de emoción por lo sucedido, los lugareños escucharon atentamente cuando el santo les habló de Jesucristo y muchos de ellos se convirtieron al cristianismo.
La tumba de San Jorge
Según la tradición, San Jorge nació en Capadocia, tierra natal de su padre, pero su madre, Polikronia, era de Lidda, y aquí vivió la familia. Las noticias sobre la vida de San Jorge, que vivió unas décadas antes de Constantino, son bastante inciertas. Pero en la cripta de la iglesia se encuentra el sarcófago que contiene su cuerpo, abierto por última vez hace unos dos siglos.
Es además Patrono de Inglaterra y de los Boys Scouts.
A San Jorge se le representa generalmente a caballo, con traje militar de la época medieval, con una palma, lanza y escudo que lleva una bandera blanca con una cruz roja cuyos brazos llegan hasta los extremos.
Este escudo se puede ver en cuadros y otras representaciones, y la adaptación del mismo plasmado en la bandera de Inglaterra, la de Georgia, entre otras. etc.
El santo es protector de los agricultores, arqueros, escultistas, herreros, prisioneros, entre los circenses, montañeros, soldados, entre otros. También se le reconoce como el protector de los animales domésticos.