Pacientes trasplantados en Chaco enfrentan una situación crítica al no recibir sus medicamentos vitales, obligándolos a consumir fármacos vencidos. La falta de respuestas por parte de las autoridades genera incertidumbre y angustia entre los afectados, quienes temen por la estabilidad de su salud y el funcionamiento de sus órganos trasplantados. NG Federal dialogó con los damnificados que suplican una respuesta.
En medio de una situación desesperada, pacientes trasplantados en Chaco enfrentan la angustiante realidad de no recibir sus medicamentos vitales, llevándolos a consumir fármacos vencidos. “Dependemos de estos medicamentos para seguir viviendo”, expresaron con preocupación a NG Federal.
Alicia Pérez, una de las pacientes afectadas, compartió su desgarradora experiencia: “Nos vienen piloteando hace dos semanas. A mí me dijeron que averigüe la semana pasada si va a venir esta semana que pasó”. La falta de respuestas concretas por parte de las autoridades ha generado una profunda incertidumbre entre los afectados.
José Cáceres, otro paciente trasplantado, también se sumó al relato de la angustia: “Estamos reclamando porque no nos dan respuesta. Jamás tomamos vencidas. Porque antes de trasplantarnos nosotros, nos atiende un psicólogo, nos enseña todo, la manera de tomar la medicación”. La situación se agrava al no recibir explicaciones claras sobre la demora en la entrega de los medicamentos esenciales.
La falta de suministro adecuado de los fármacos necesarios para mantener el órgano trasplantado funcionando correctamente ha llevado a la desesperación a estos pacientes. “Si tomamos vencido, vamos a empezar a rechazar el órgano… Es como tirar a la basura un órgano de una persona que te lo dio con amor”, lamentó Pérez.
El pedido de ayuda y soluciones concretas es urgente: “Nosotros venimos a reclamar la pastilla que no cambie”, expresó Cáceres con desesperación.
La falta de claridad y de acción por parte de las autoridades competentes ha dejado a estos pacientes en una situación crítica. La incertidumbre sobre la disponibilidad de sus medicamentos pone en riesgo la estabilidad de su salud y el funcionamiento de los órganos trasplantados. Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para resolver esta alarmante situación y garantizar el acceso continuo a los tratamientos necesarios para estos pacientes.