Mientras la brecha con el blue se sigue ensanchando, para Domingo Cavallo el dólar oficial debería costar al menos mil pesos.
El ex ministro de Economía y padre de la convertibilidad y el estallido económico, político y social de diciembre de 2001, Domingo Cavallo, criticó este martes en una columna en su blog la transferencia de la estabilidad en la “macro” a la apertura comercial y financiera. Y advirtió que el gobierno de Javier Milei debería avalar una nueva devaluación, de al menos el 10% que lleve el dólar oficial hasta los mil pesos.
Según señaló Cavallo en su blog, el staff del FMI, la mayoría de los economistas ortodoxos y los inversionistas “aún cuando valoran y ponderan el ajuste fiscal no parecen compartir esta estrategia del gobierno y esperan importantes cambios en la política cambiaria y monetaria”.De acuerdo a Cavallo, “el equipo económico no muestra apuro por remover las restricciones cambiarias tanto al comercio de bienes como al de servicios y el movimiento de capitales porque teme que de hacerlo podría producirse un salto cambiario capaz de desestabilizar nuevamente la macroeconomía”.
“Por consiguiente, la idea de avanzar hacia un nuevo sistema monetario con competencia entre el peso y el dólar que reiterativamente anuncia el presidente Milei se postergaría, al menos hasta el año 2025, para completar la transformación de los pasivos remunerados del Banco Central en deuda del Tesoro”, agregó.
Para Cavallo, esto generará mayor pérdida de reservas. “El mayor riesgo de la continuidad de la política cambiaria y de la postergación de la liberalización del segmento financiero del mercado cambiario radica en la pérdida de reservas”, advirtióel economista.
Y afirmó que una solución, que se deriva según él del informe del FMI, es una devaluación del 10 por ciento del tipo de cambio oficial, acompañada de una derivación del 20% de lo que se opera en el Contado con Liquidación. Esto implicaría poner el dólar oficial a 1.000 pesos por dólar.
“Si, al mismo tiempo se redujera el impuesto país del 17,5 al 7,5 se podría evitar el impacto inflacionario del aumento del costo de las importaciones. Se trataría de una devaluación perfectamente compensada que permitiría al Banco Central comprar las reservas que hasta este cambio se derivaban al mercado CCL”, afirmó.