Verónica Romero, amiga de la abogada Gabriela Casa, quien compartió muchos momentos de su vida con la paciente. Fueron vecinas por mucho tiempo, y se conmovió por todo lo que pasó con la misma.
Verónica es trabajadora social, y conoce la Ley de Salud Mental, por lo que se sorprendió por la forma en la que se dieron los hechos, por lo desmedido de la situación: “más allá de mi afecto con Gaby, la intervención fue preocupante en lo que se observó”.
Su amiga sabía que Gaby estaba atravesando un malestar en cuestiones laborales, lo que generó un malestar y padecimiento en su ambiente de trabajo: “ella estaba denunciando acoso laboral”, esto se relacionó directamente con la muerte de su padre, hecho que terminó por desgastarla física y mentalmente.
Romero no mantuvo contacto con la familia de la joven, pero sí con personas en común entre las dos que le comentaron todo lo que ocurría en torno a la abogada Casa.
Respecto al operativo, Verónica indicó que no se pueden dar los hechos de esa manera, sobre todo con una persona que estaría padeciendo algún desorden mental. “Se supone que el abordaje tiene que ver con acompañar, con evaluar, por los videos se puede ver que Gaby no era una persona que esté poniendo en riesgo su vida ni de otras personas”.
Gabriela tiene un diagnóstico de “padecimiento mental”, pero del cual no es necesaria una internación involuntaria según la asistente social. Para Romero, este tipo de operativos no tienen que ser llevados a cabo por la policía ni mucho menos por la Gendarmería, señalando que ellos no tienen los conocimientos necesarios para el tratamiento del tema: “tiene que ser evaluado por un equipo interdisciplinario”.