Hoy 12 de noviembre se conmemora el Día Mundial contra la Obesidad, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre las consecuencias graves sobre la salud que provoca esta enfermedad.
Según la Organización Mundial de la Salud, la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel global, estimándose que desde 1975 los casos se han triplicado.
Se entiende por obesidad a la acumulación anormal de grasa que puede acarrear otras enfermedades muy nocivas para el organismo. Es el primer paso para patologías como la hipertensión arterial, la diabetes, el aumento del colesterol y triglicéridos, problemas osteoarticulares, riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, otras enfermedades vasculares.
En la Argentina, 5 de cada 10 niños y niñas presentan sobrepeso u obesidad al finalizar la escuela. Lo mismo ocurre con alrededor del 60% de los adultos. El sobrepeso y la obesidad infantil representan un 20% más de probabilidades de padecer intimidaciones o bullying, afectando su salud mental.
Es importante promover desde la niñez, la educación alimentaria y nutricional así como la actividad física, tanto en la escuela como en espacios comunitarios. Sensibilizar a niños/as, adolescentes y familias sobre la importancia de los hábitos y alimentación saludables. Se debe informar a la comunidad sobre la problemática de la obesidad y sobrepeso, sus determinantes y su impacto en la calidad de vida de las personas.
El Ministerio de Salud de Nación indica que más del 50% de la población en Argentina tiene exceso de peso. Esto aumenta el riesgo de tener más de 200 problemas de salud, como por ejemplo: diabetes, hipertensión arterial (presión alta), enfermedades respiratorias crónicas, enfermedad de los riñones, del hígado y algunos tipos de cáncer.
Es un problema de salud crónico, no aparece en un día ni se soluciona en una semana.
La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. A nivel mundial se considera que hubo un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasa; además existe un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización.
Para prevenir y controlar la obesidad es importante una alimentación saludable y la actividad física.
Algunas recomendaciones son:
-Realizar 4 comidas al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
-Aumentar el consumo de frutas, verduras y de pescado.
-Elegir leche, yogur y queso preferentemente descremados.
-Disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados con mucha azúcar, grasa y/o sal como las golosinas, productos de copetín, fiambres, embutidos y bebidas azucaradas. Dejarlos para ocasiones especiales.
-Preferir alimentos preparados en casa sin agregado de sal al cocinar. Reemplazar la sal -por condimentos como orégano, pimienta, ajo, perejil, romero, tomillo.
-Limitar el consumo de alcohol.
-Realizar al menos 150 minutos de actividad física a la semana a intensidad moderada, sumando como mínimo bloques de 10 minutos.
-Consumir entre 1,5 a 2 litros de agua por día.