La nueva vida de Pablo Moyano: dejó de ir al gremio, se alejó de sus aliados sindicales y se dedica a presidir un club de fútbol

Distanciado de su padre, Hugo Moyano, el ex cotitular de la CGT se mantiene aislado de la actividad gremial y está concentrado en su rol de presidente del Club Camioneros, que jugará en la Primera C. Qué dicen en su entorno. ¿Será candidato a diputado por el PJ?

¿Dónde está Pablo Moyano? ¿Qué está haciendo luego de su renuncia a la CGT? Ni algunos de sus dirigentes más cercanos tienen las respuestas: “Hace rato que no hablo con él y no me contesta los mensajes”, confesó a Infobae un sindicalista que hasta hace poco era uno de sus aliados. Desde el 22 de noviembre, cuando anunció que dejaba la CGT en desacuerdo con la decisión de los dialoguistas de negociar con el Gobierno y no hacer nuevas protestas, el hijo mayor de Hugo Moyano tuvo un par de apariciones públicas en las que criticó con dureza a sus rivales cegetistas: “No se dan cuenta de que cumplieron un ciclo”, señaló. “Por más que hoy me haya alejado del cargo de la CGT, nadie me va a sacar de la calle defendiendo a todos los trabajadores de todos los sindicatos del país que la están pasando mal”, dijo Pablo Moyano en un video que se publicó en las redes sociales de Camioneros. Fueron sus últimas declaraciones, efectuadas poco después de las tumultuosas asambleas en algunas empresas de recolección de residuos de la ciudad de Buenos Aires en las que los trabajadores protestaron, entre gritos e insultos, por el acuerdo entre el sindicatoy el gobierno de Jorge Macri por el cual no se pagarán indemnizaciones a los 6.000 empleados de la actividad. En los videos de esas asambleas, que corresponden a lo sucedido en la empresa Cliba, hubo ataques verbales contra Pablo Moyano (“Pablito traidor”, dice un trabajador mirando a la cámara) por haber prometido públicamente, cinco meses atrás, que “en octubre, cuando se termine el contrato de la recolección, las empresas de la ciudad de Buenos Aires van a tener que pagar la indemnización”. Trassu última aparición, el ex cotitular de la CGT decidió aislarse. No llamó a sus allegados ni respondió sus mensajes. Incluso dejó de ir a la sede del sindicato, manejado por su papá Hugo, que no avaló su postura de impulsar un paro general o una movilización contra el gobierno de Javier Milei. En su entorno, acostumbrado a esas desconexiones totales cuando atraviesa alguna crisis, sólo destacan que en estos días Pablo Moyano está ocupado casi exclusivamente a su tarea de presidente del Club Atlético Social y Deportivo Camioneros, que este año jugará en Primera C y en donde figuran sus hijos Facundo (25 años, delantero y capitán del equipo) y Nicolás (21 años, mediocampista).Hugo Moyano, con el nuevoHugo Moyano, con el nuevo triunvirato de la CGT: Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Argüello

En la cuenta de X del club hay una publicación del 4 de enero en la que el dirigente posa para la foto con Thiago Almada, jugador de la Selección Argentina que ganó el último Mundial y que hoy juega en Botafogo, de Brasil: “El Presidente de Camioneros, Pablo Moyano recibió al volante Thiago Almada (campeón del mundo) en una charla informal abarcando distintos temas futboleros. Una linda oportunidad para que el ex Vélez y Botafogo conozca el rol social de la institución”.

Unos días antes, el 31 de diciembre, Pablo Moyano publicó dos videos con saludos de fin de año para deportistas y directivos del club, y uno de ellos termina con un vaticinio: “El año que viene vamos a ser protagonistas en todas las actividades”. No hablaba de sindicalismo ni de política, sino de las actividades de las que participa el Club Atlético Social y Deportivo Camioneros. Se lo nota tan compenetrado en su papel de presidente de la institución que aparece con un look futbolero: ya no usa su remera negra con la foto de Eva Perón sino otra con la cara de Diego Maradona.

¿El fútbol le dará el reconocimiento que no tuvo en su tarea sindical? Por lo pronto, en la CGT terminó haciendo una jugada individual, sin concepto de equipo. Quizá por eso su alejamiento de la central obrera no ocasionó una ola de alejamientos de sus dirigentes más cercanos. Algunos tenían escrita su renuncia en solidaridad con su decisión extrema, pero finalmente no se fueron. Sobre todo por la decisión de Hugo Moyano de que el Sindicato de Camioneros ratificara su lugar en la CGT. Por lo visto, nadie quiso enemistarse con el líder sindical y finalmente Pablo Moyano se quedó solo. El propio Hugo Moyano decidió volver a la CGT como miembro de la mesa chica, mientras designó a uno de sus dirigentes de confianza, Octavio Argüello, como integrante del triunvirato de conducción. Pablo, atrincherado en el club Camioneros, está cada vez más distanciado de su padre, que cerró en octubre el acuerdo con Jorge Macri, en el que resignó el reclamo de indemnizaciones previsto en la famosa “Ley Moyano”, y hace cinco días firmó una paritaria en sintonía con los topes salariales del Gobierno. Dos decisiones del líder del sindicato que su hijo mayor seguramente no comparte.

De todas formas, siguen circulando fuertes versiones que lo dan a Pablo Moyano como posible candidato a diputado nacional del PJ por la provincia de Buenos Aires, impulsado por la presidenta del partido, Cristina Kirchner, y su hijo Máximo. Una de las señales que dio el propio dirigente surgieron de una entrevista que le dio a fines de noviembre al programa “Conciencia Negra”, en el canal de streaming peronista Eva TV. Allí, dijo que “cada vez que hay elecciones, el movimiento obrero pone todo (…) y después dos o tres cráneos son los que arman la lista de dirigentes”.Cristina Kirchner y Pablo MoyanoCristina Kirchner y Pablo Moyano

“Fijate lo que pasó en el Congreso -enfatizó-. Los que terminaron traicionando a los trabajadores fueron diputados del peronismo: diputados de Córdoba, de Catamarca, de Salta, de Misiones. Y eso pasa porque no se aseguraron que más dirigentes gremiales, compañeros y compañeras, estén en el Congreso. Más allá de las diferencias que puedan tener, los dirigentes no van a traicionar a los laburantes. Esa es la bronca que hay en gran parte del movimiento obrero. También tenemos dentro de la grieta distintas versiones de la CTA, la CGT partida, el quilombo del peronismo, que ahora parece se está arreglando, con una interna que fue al pedo. Pero bueno, creo que la próxima etapa es que haya más dirigentes, trabajadores y trabajadoras en el Congreso para que no pase esto”.

¿Se estaba incluyendo como protagonista de esa etapa de más dirigentes gremiales como legisladores? Es una posibilidad. Mientras tanto, probablemente espere que se rompa la tregua de la CGT con el Gobierno para que se reivindique su postura ultraopositora y se dedica al fútbol, una actividad en la que no le fue nada bien cuando presidió con su padre el club Independiente. “Vamos a armar un equipo para pelear arriba”, aseguró el 2 de enero al diario del club que preside. Obviamente, no se refería al equipo para conducir la CGT ni al Sindicato de Camioneros.

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