La comisión médica del Vaticano convalidó el presunto milagro atribuido al empresario que nació en Francia y que desde los dos años vivió en Argentina. “Ahora hay que ser muy cautos porque el proceso continúa con la Comisión de Teólogos y luego con los obispos y cardenales”, advirtió el moneseñor Santiago Olivera
Este jueves 9 de enero, en el Vaticano, el milagro atribuido a la intercesión de Enrique Shaw obtuvo la aprobación de la comisión médica, lo que marca un nuevo avance en el proceso de beatificación y canonización del empresario argentino. Una vez superadas todas las instancias que exige el dicasterio de la Causa de los Santos, Shaw podría ser el primer empresario beato y posteriormente santo del mundo.El monseñor Santiago Olivera, vicepostulador de la causa de canonización desde Roma, declaró para AICA respecto a la aprobación del presunto milagro: “Ha pasado la consulta médica, pero hay que ser muy cautos porque el proceso continúa con la Comisión de Teólogos y luego con los obispos y cardenales”. “Una vez que esto pase, si todo va bien, el cardenal (a cargo del Dicasterio para las Causas de los Santos) le presentará al Santo Padre el permiso para avisar el decreto de su beatificación. Hoy ha sido un día muy importante. Superó la instancia médica de esto que se presentó de la curación y así que seguimos rezando, esperar y ser muy respetuosos de las siguientes etapas”.El monseñor Santiago Olivera, vicepostulador de la causa de canonización, junto con el Papa Francisco
El empresario argentino camino a ser declarado santo
Enrique Shaw nació el 26 de febrero de 1921 en París, Francia. A los dos años, su familia regresó a Argentina. Desde muy joven, su vida estuvo marcada por la fe y el servicio. Tras perder a su madre a los 4 años, su padre confió su formación espiritual a un sacerdote sacramentino, cumpliendo con el deseo de su esposa. Shaw fue un destacado alumno del Colegio De La Salle y luego ingresó a la Escuela Naval Militar, donde desarrolló una intensa labor apostólica durante sus años de servicio. En 1943, se casó con Cecilia Bunge, con quien tuvo nueve hijos. Dos años más tarde, decidió abandonar la Armada Argentina para dedicarse al apostolado entre los trabajadores como empresario, mientras se desempeñaba como director de la icónica cristalería Rigolleau. Como primer presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), Shaw impulsó un liderazgo empresarial basado en valores cristianos. También participó en la fundación del Movimiento Familiar Cristiano y trabajó en la sanción de la Ley de Asignaciones Familiares: dejó un extenso legado de compromiso social. Además, integró el primer Consejo de Administración de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), lo que llevó a consolidar su vínculo con la educación católica.Enrique Shaw junto a su esposa Cecilia Bunge y sus nueve hijos
Enrique Shaw falleció el 27 de agosto de 1962, a los 41 años, tras una dura batalla contra el cáncer. Su proceso de beatificación comenzó bajo el impulso del entonces Cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, y en 2019 la causa avanzó hacia el Vaticano tras completar la fase diocesana. En abril de 2021, el Papa Francisco autorizó la promulgación del decreto que reconoce las virtudes heroicas y Enrique Shaw fue reconocido como venerable. Shaw representa el ideal de unir la fe con la vida cotidiana y demostró que es posible vivir el Evangelio en todos los ámbitos de la sociedad. Su figura sigue inspirando a quienes buscan un liderazgo ético y solidario.