La importancia de cuidarse, alertan que Argentina tiene 40 mil muertes súbitas al año

Desde este lunes 21 de agosto, se recuerda la Semana de Lucha contra la Muerte Súbita, que es una de las principales causas de fallecimiento prematuro, con cerca de 40 mil defunciones al año. El 70 por ciento de los casos se registra en espacios extrahospitalarios, por lo que es fundamental saber cómo actuar en caso de estar cerca de quien sufre un paro cardíaco.

Cada año ocurre una muerte súbita por cada mil habitantes en la Argentina. Estos casos generan conmoción y muchas veces, sorpresa. Como su nombre lo indica, se trata del fallecimiento repentino e inesperado de una persona aparentemente sana. Sin embargo no es un episodio aislado: constituye un evento final vinculado a problemas del corazón que muchas veces se fueron desarrollando durante años en silencio o sin ser debidamente controlados.

“La incidencia de muerte súbita aumenta de manera significativa a partir de los 45 años y se atribuye a una mayor prevalencia, coincidentemente, de la enfermedad coronaria. En la juventud, en cambio, está vinculada a causas congénitas, como las arritmias y las anomalías anatómicas cardíacas. En los primeros años de vida, en tanto, la incidencia es diez veces menor”, explica el cardiólogo Fernando Scazzuso, jefe de Electrofisiología y Arritmias del ICBA Instituto Cardiovascular.

En la Argentina, la muerte súbita no es reportada como causa de defunción en las estadísticas oficiales, por lo que no hay registro fehaciente de casos. Sin embargo, en base a reportes nacionales y estudios internaciones, desde el Ministerio de Salud de la Nación se estima que provoca más de 40 mil fallecimientos cada año.

A nivel global, la incidencia oscila entre los 40 y 90 casos cada 100 mil habitantes. ¿Por qué se dispara a partir de los 45/50 años? “Esto se debe a que la causa más frecuente (80% de los casos) es la enfermedad coronaria y esta se expresa también a partir de esa edad. La segunda causa (15%) es la presencia de miocardiopatías (enfermedades del músculo cardíaco) y su progresión aumenta el riesgo de muerte súbita con la edad. Finalmente existen trastornos de base genética, que se expresan como trastornos eléctricos a edades tempranas, que representan el 5% de las causas de muerte súbita cardíaca”, detalla el cardiólogo Ignacio Mondragón (MN 138.590).

Si bien el evento que lleva a la muerte súbita es repentino, el proceso previo de la enfermedad coronaria aterosclerótica es mucho más lento y progresivo. “Se da durante 15 o 20 años de enfermedad asintomática en los que las arterias coronarias (las del corazón) se obstruyen por el depósito de grasa (colesterol). Este fenómeno fisiopatológico se desarrolla en personas con tabaquismo, hipertensión, diabetes, obesidad y sedentarismo. En conjunto a estas condiciones se la denominan factores de riesgo coronarios, porque son ellos los que favorecen el desarrollo de la enfermedad coronaria aterosclerótica”, desarrolla el doctor Scazzuso.

El experto suma un dato importante en medio de la vorágine que domina la rutina de muchos pacientes: en las condiciones de riesgo descriptas, las situaciones de estrés provocan un aumento de la muerte súbita por la obstrucción aguda de las arterias del corazón e infarto masivo.

FACTORES DE RIESGO

Entre el 21 y el 27 de agosto, se realiza en la Argentina la Semana de la lucha contra la Muerte Súbita, con el objetivo de difundir información para crear conciencia y promover acciones de cuidado en la población. Uno de los puntos importantes radica en conocer por qué crece el riesgo de que una persona sufra un episodio de este tipo, cuáles son las señales previas y quiénes deben realizar controles más específicos.

“Las factores de riesgo más pesados son el antecedente de muerte súbita en la familia: en relativos de primer grado es más importante que de segundo grado, sobre todo a edades jóvenes. El tabaquismo es otra causa de muerte súbita, ya que provoca enfermedad vascular y está visto que las personas que hacen ejercicio de manera intensa y fuman tienen 9 veces mayor riesgo de muerte súbita. Y si bien el sedentarismo no es un factor de riesgo directo, es importante aclarar que la actividad física es una herramienta clave para otros que sí lo son, como la obesidad y la diabetes”, detalla el doctor Mondragón, que integra el Servicio de Electrofisiología del ICBA.

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