Ezequiel nació en Resistencia y a los 13 años se fue a vivir a Buenos Aires con su familia. Es el creador de las prestigiosas Torres Harmony ubicadas en la capital chaqueña.
Un joven oriundo de Resistencia Chaco que hace se destaca como arquitecto en numerosas partes del mundo. Así es la historia de Ezequiel Miedvietzky, quien nació en la capital chaqueña hace 40 años y desde muy pequeño vivió en Buenos Aires.
Sus primeros pasos en el mundo inmobiliario comenzaron en el 2006 a los 23 años. Cabe resaltar que Ezequiel ya conocía el rubro pues su familia se dedica también a los bienes raíces. “Esto es lo único que hice. Nunca quise dedicarme a otra cosa”, dijo Miedvietzky al diario La Nación.
Con respecto a su formación, sus inicios fueron en ingeniería industrial. Luego estudió Management y Desarrollos en Harvard Business School y Harvard Design School, respectivamente. “En Harvard aprendí que nunca es suficiente. Que hay que desafiarse más porque siempre se puede llegar más lejos. Que no hay una línea de llegada, sino un camino progresivo de mejora”, reflexionó.A lo largo de su trayectoria profesional concretó proyectos en todo el mundo, en los que realizó tanto el desarrollo como el diseño y la construcción. En Argentina, uno de sus logros más locos está en Resistencia, Chaco, en donde construyó “Harmony”, una torre residencial premium de 30 pisos y 49 departamentos con 13.000 m² de obra, cuyo valor por metro cuadrado es de US$ 4500 (cuatro veces lo que se vende en la ciudad).
Fuera del país, en Arabia Saudita ganó en el 2022 el Premio Mundial al Proyecto Sostenible con KAUST Villa, una casa ubicada en el campus de la King Abdullah University of Science and Technology, en donde puso en práctica la mayor cantidad de conceptos posibles para el aprovechamiento eficiente de los recursos dados, entre ellos el reciclado de agua, la generación de agua potable a partir de la humedad del aire y vidrios transparentes que recolectan energía.
Así también sucede en India, donde ya dejo su sello. Allí está construyendo una casa de nueve pisos y 5000 metros cuadrados que supuso una inversión de US$ 45 millones sin contar el terreno. “En India cuando la gente construye proyecta los 50 años que tiene por delante, para que todas las generaciones se queden a vivir en la misma casa. Entonces son viviendas más parecidas a edificios, donde el concepto que prima es el de departamentos con amenities que se comparten en familia”, señaló.