El gol no solo cortó su mala racha personal, sino que también significó un envión anímico para un Racing que jugó con solidez y supo neutralizar al Xeneize pese al empuje de su gente. Ahora, el equipo de Avellaneda se medirá en la final ante el ganador del cruce entre Gimnasia y Estudiantes que se jugará este lunes a las 17 en el estadio Juan Carmelo Zerillo.

