La presidente de la Cámara de Diputados aseguró que el legislador opositor la insultó. “Esto está lleno de cámaras, si es cierto, muéstrelo”, desafió el hombre del PRO.
En una acalorada sesión en la Cámara de Diputados, la presidente Cecilia Moreau y el diputado Fernando Iglesias protagonizaron un duro cruce luego de que Moreau lo acusara de insultarla fuera de micrófono. El incidente ocurrió durante un debate en el que se discutía la Ley Lucio, la cual obtuvo media sanción por unanimidad.
El altercado se desencadenó cuando la diputada Graciela Camaño presentó un pedido para tratar en comisión un proyecto sobre el cuidado animal, lo cual generó el enojo de la presidenta de la Cámara. En medio de la discusión, Cecilia Moreau confrontó a Fernando Iglesias, diciéndole: “¿Qué te pasa Iglesias? ¿Por qué no me decís de frente pelotuda como estás diciendo por lo bajo?”. Iglesias negó la acusación, pero Moreau continuó increpándolo, calificándolo de “misógino maleducado”.
Ante la situación, Graciela Camaño expresó solidaridad hacia Moreau, afirmando que ningún miembro del Congreso debería agredir a nadie, especialmente a quien preside la Cámara. Héctor Stefani, diputado del PRO, trató de mediar y aseguró que Iglesias no había insultado a Moreau, sino que estaba hablando con él.
Finalmente, tras la intervención de Omar de Marchi, quien reemplazó a Moreau en la presidencia de la sesión, Fernando Iglesias tuvo la oportunidad de hacer uso de la palabra para desmentir las acusaciones en su contra. Desafiando a la presidente, Iglesias pidió que se mostraran las pruebas de sus supuestos insultos y exigió disculpas si no se podían confirmar.
El enfrentamiento dejó en evidencia las tensiones y diferencias existentes en el ámbito político, poniendo de manifiesto la necesidad de mantener un debate respetuoso y constructivo en el Congreso. La sesión continuó con otros temas en agenda, mientras la polémica entre Moreau e Iglesias quedó latente.
La tensión aumentó cuando Iglesias exigía hacer uso de la palabra y golpeaba su escritorio para hacerse escuchar, pero no se le concedió la oportunidad. Moreau lo calificó de “cobarde” y lo acusó de ser un “macho de vitrina”. El diputado Germán Martínez, manifestando el repudio de su bloque hacia los dichos de Iglesias, se sumó a la discusión, mientras Camaño intentaba calmar los ánimos y continuar con la sesión.