Diego Arévalo explicó la intervención del organismo. Se llevaron a cabo verificaciones de notificaciones, testimonios de vecinos y se determinó que el supuesto usurpador estaba bajo el trámite de “tenencia precaria”.
En las últimas horas, se dio a conocer un video en el que el hijo de la propietaria de una vivienda ubicada en el barrio Llapongat denunciaba que un hombre ingresó al domicilio forzando las puertas y reclamaba la casa como suya.“El señor me dice que hasta que no venga alguien de Vivienda no se va a ir y esta es la casa de mi madre”, expresa el vecino mientras filma al otro ciudadano que estaba dentro del garaje.
En este contexto, Diario Chaco se comunicó con el presidente del Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda (IPDUV), Diego Arévalo, para conocer sobre la situación y los detalles de la adjudicación de viviendas.
“Cuando se adjudica una vivienda, cualquiera, y mientras el Instituto sea el propietario, que es lo que pasa hasta que la gente tiene el título de propiedad, hay compromisos que asumen los adjudicatarios: uno es vivir en la vivienda y el otro es mantener la regularidad de las cuotas”, inició Arévalo respecto a los requisitos tras la adjudicación de una casa.
En este sentido, y en relación a las irregularidades que pueden surgir, detalló: “Cuando se detecta que hay una casa abandonada, es decir, que no cumple con los requisitos anteriormente mencionados, existe la posibilidad de que cualquier persona que necesite una vivienda lo denuncie y también puede ser prioridad como adjudicatario en el caso de que recupere la vivienda”.
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Respecto a los videos, el presidente de la entidad afirmó que estaba al tanto de lo sucedido y ya se solicitaron los informes correspondientes. “Después de hablar con el hijo de la adjudicataria (quien graba en el video), se verificó que se hicieron varias notificaciones pidiendo que se presenten, que hagan el descargo sobre si están viviendo ahí y un conjunto de procedimientos que comprende también entrevista a los vecinos y demás”, continuó.
“Esa vivienda estaba a nombre del Instituto y había varias cédulas de que no se estaba viviendo en esa vivienda”, dijo Arévalo, y en este punto es donde se genera el conflicto ya que existe algo llamado “tenencia precaria”.
Cuando una persona advierte que una vivienda adjudicada no está siendo ocupada, puede denunciarlo. Allí se inicia un proceso de notificaciones como el mencionado anteriormente y, en el caso de que los dueños no aparezcan, esa persona denunciante se convierte en adjudicataria.
“Lo que se hace es darle no adjudicación sino una ‘tenencia precaria’ para custodia de la vivienda y si no llegara a pasar lo que pasó, se le termina dando la vivienda. Ese paso no está hecho y ahora la situación se retrae porque aparecieron los dueños”.
“Entre la tenencia precaria y la adjudicación hay unos 15 días de diferencia, si en esos días continúa sin aparecer nadie, se hace efectivo, pero no es este caso”,