Las medidas de austeridad sumaron varias adhesiones en las provincias, desde el recorte de gastos del Estado de Osvaldo Jaldo en Tucumán hasta el remate de la casa que usaron los Kirchner en Santa Cruz.
El plan “motosierra” que el presidente Javier Milei había anunciado en campaña y que su ministro de Economía, Luis Caputo, empezó a poner en práctica el martes pasado fue ganando adeptos en las filas de los gobernadores provinciales, quienes buscan alinearse con las medidas de ajuste que propone el nuevo mandatario.
“Se terminó la fiesta”, anunció el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, tras revelar que rematará la vivienda que utilizó la familia Kirchner durante 12 años. Las políticas de ajuste del santacruceño incluyen a su vez reducir la pauta publicitaria al 50 % y la venta y remate del 80% del parque automotor provincial.
En la previa de la asunción presidencial, el que se adelantó a dar muestras de austeridad fue el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, quien llevará a cabo un recorte de los gastos en esa provincia por por $ 220 mil millones. Entre las principales medidas, se encuentran la reducción del presupuesto 2024 entre un 12% y un 13%.
“Apostamos a un Estado donde debemos y tenemos que eliminar todos los gastos innecesarios, que tienen que ver con la eliminación y fusión de diferentes áreas, que van desde un ministerio que hemos eliminado, como así también secretarías, direcciones y subdirecciones”, aseguró el mandatario tucumano tras el triunfo del libertario.
En tanto, durante la última semana, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, presentó un proyecto para eliminar las jubilaciones de privilegio y el de Chubut, Ignacio Torres, ordenó dar de baja y auditar las designaciones que se realizaron durante el último año en esa provincia.
“No hay lugar para los ñoquis en este gobierno”, enfatizó el mandatario chubutense en el transcurso de un acto en la localidad del Dique Florentino Ameghino, donde tomó juramento a los nuevos jefes comunales electos de esa jurisdicción.
Por su parte, Claudio Poggi, quien comanda la provincia de San Luis, sostuvo que la provincia se encuentra en una “crisis financiera” y anunció que los trabajadores estatales locales cobrarán los sueldos de diciembre y enero en dos cuotas.
“Gracias Alberto, nos dejaste a todos los sanluiseños la provincia fundida”, dijo el mandatario puntano al alinearse con la agenda del ajuste.
A su vez, desde el fin de semana pasado, Raúl Jalil, redujo un 20% la planta política en Catamarca; Marcelo Orrego, anunció la baja del pase a planta en el Estado del personal sin 6 meses de antigüedad en la provincia de San Juan.
En la misma línea, Martín Llaryora, en Córdoba y Leandro Zdero, en Chaco, asumieron sus funciones al frente de las provincias alineados con el discurso de achicamiento del gasto proclamado por el Ejecutivo.
Rogelio Frigerio dijo “no hay plata” y hará lo propio en Entre Ríos. Mientras que en la Legislatura de Tierra del Fuego avanza un proyecto para reducir los cargos en el gabinete de Gustavo Melella.
Durante las próximas semanas se esperan más alineamientos con las políticas de disminución del gasto impulsadas por la Casa Rosada, dado que el Gobierno convocó a los mandatarios provinciales a una serie de reuniones para encontrar mayor respaldo a su plan económico.