Después de anunciarse su traspaso al Manchester City, el Diablito se prendió a un ping pong muy especial.
on 17 años recién cumplidos, Claudio Echeverri vivió un mes vertiginoso y atípico para alguien de su edad. Desde aquel “no voy a renovar” del 22 de diciembre en el Trofeo de Campeones quedó en el centro de la escena. Abrió una grieta impensada entre los hinchas por su decisión de salir de forma anticipada, Manchester City cerró su traspaso (fue oficializado en las últimas horas) y cuando iba a hacer su primera y última pretemporada en River, Javier Mascherano lo citó al Preolímpico.
Demasiadas emociones para un joven que, a pesar de todo, quiere seguir cumpliendo objetivos y uno de ellos es especial que se relaciona directamente con Núñez. Porque después de festejar el triunfo ante Perú (no sumó minutos) en Venezuela, la Conmebol publicó un ping pong con el Diablito, que entre distendidas preguntas y respuestas se puso serio y no dudó en contar “su máximo sueño como jugador”.
“Jugar en la Selección Mayor y ganar una Copa Libertadores con River”. Una frase fuerte que refleja la ambición del chaqueño por seguir logrando cosas importantes tras su debut en la Primera del CARP y la enorme participación en el Mundial Sub 17 con la camiseta Albiceleste.
Y mientras el propio Masche aseguró que la sorpresiva citación al Preolímpico va más allá de su presente y también se explica por su “proyección de Selección Mayor” y el hecho de que “queremos que se vaya adaptando”, ese proceso será lento y paulatino, muy diferente al corto plazo que le queda para intentar conquistar América con el club de sus amores.
La oportunidad será una sola, al menos en el mediano plazo. El acuerdo con el City Group incluye una cláusula que, de cumplir cierta cantidad de partidos en River (se deduce que ocurrirá por el lugar que le dará Demichelis en el equipo), se podrá quedar en Núñez a jugar todo el 2024. Por eso, la Libertadores que se viene, la primera para Echeverri, significará la chance de irse a Europa -hará escala en el Girona antes de pasar al City- con el objetivo cumplido y escribir su apellido en las páginas doradas de la institición.
Así, el chico que tiene como cábala entrar siempre con el pie derecho, que considera su velocidad como mayor virtud y que prefiere ganar siempre por goleada antes que sobre la hora está listo para ir por más y post Preolímpico disfrutar de sus últimos momentos en River. Porque los sueños siempre hay que perseguirlos hasta poder alcanzarlos.