Aunque persisten diferencias sobre la identidad de las islas entre ambos países, el presidente asegura que esto no impedirá desarrollar relaciones comerciales maduras.
En una reciente entrevista con The Wall Street Journal, el presidente Javier Milei compartió detalles sobre la política exterior de su Gobierno en relación con la cuestión de las Islas Malvinas. Según el mandatario, su intención es iniciar conversaciones con la administración británica para abordar lo que él llama “la diferencia territorial”.
Durante su primer viaje internacional al Foro Económico de Davos, el presidente se reunió con el canciller británico, David Cameron, y le propuso entablar “una relación adulta” y reabrir el diálogo sobre la soberanía de las islas. En sus palabras, “hemos decidido tener una relación adulta, en la cual justamente podamos participar y trabajar de manera conjunta en la agenda internacional y empezar a tener una charla sobre nuestra diferencia territorial”.
Aunque persisten diferencias sobre la identidad de las islas entre ambos países, Milei asegura que esto no impedirá desarrollar relaciones comerciales maduras. En la entrevista, el presidente también mencionó que buscará tomar como ejemplo el caso de Hong Kong, donde China logró recuperar el territorio que estaba ocupado por el Reino Unido.
A pesar de la propuesta, las autoridades británicas afirmaron que mantendrán su posición respecto al derecho de los habitantes de las Islas Malvinas a la autodeterminación. En un comunicado, expresaron que “la posición del Reino Unido y su continuo apoyo al derecho de los habitantes de las Islas Malvinas a la autodeterminación se mantienen sin cambios”.
Además, Milei abordó su postura sobre el conflicto entre Israel y el grupo Hamas, afirmando su condena a los actos terroristas de Hamas y su solidaridad con Israel. También mencionó la posibilidad de convertirse al judaísmo en el futuro, pero señaló que, por ahora, podría colisionar con su papel como presidente.
Este enfoque diplomático de “relación adulta” marca un nuevo capítulo en las discusiones sobre las Islas Malvinas y plantea interrogantes sobre el rumbo que tomarán las relaciones entre Argentina y el Reino Unido en el futuro próximo.