Tras la reunión fracasada con el Gobierno por el salario mínimo, el jefe de la CGT sostuvo que “sin duda, se debatirá” la posibilidad de una nueva medida.
El líder de la CGT Pablo Moyano afirmó hoy que existe la posibilidad real de convocar a un nuevo paro general, tras el fracaso de la reunión con el Gobierno sobre el salario mínimo. “Sin duda, se debatirá”, adelantó el dirigente sindical.
“Mirá, el Gobierno envió a este individuo… Se acobardaron porque la reunión debía haber sido cara a cara. Estuvimos 40 minutos debatiendo con este tipo, cortaban la comunicación. No hubo oportunidad de dialogar”, expresó een declaraciones radiales.
La indignación del líder sindical surge tras la infructuosa reunión del Consejo del Salario, que tenía como objetivo establecer el nuevo esquema a partir de marzo, en el primer encuentro directo durante la gestión del presidente Javier Milei.
No obstante, no se llegó a un acuerdo sobre el aumento del 85% solicitado por los sindicatos, para elevar la cifra establecida en diciembre por el gobierno de Alberto Fernández de $156.000 a $288,600.
La sorpresa fue el formato en el que se desarrolló la conversación, ya que la Secretaría de Trabajo, dirigida por Omar Yasín, habilitó dos salas de Zoom distintas: una para interactuar con los empresarios y otra con los sindicalistas.
Así, la negociación nunca tuvo lugar realmente, ya que cada parte expresó sus puntos de vista de manera separada, previo a la reunión plenaria crucial para establecer el aumento salarial.
Según fuentes del sector, frente al pedido de los gremios, la UIA lo rechazó, y las cámaras empresariales no presentaron ninguna propuesta de incremento, evidenciando la inflexibilidad del sector patronal en las negociaciones.
Desde el principio se sabía que la CGT iba a solicitar un aumento de alrededor del 85%, argumentando la pérdida salarial ocasionada por la inflación en diciembre y enero, con cifras que superaron los 20 puntos porcentuales en ambos meses.
Este número se tradujo finalmente en $288,600. Aunque esta propuesta fue presentada por la central obrera, fue rápidamente rechazada, lo cual era previsible, dado que el Consejo del Salario está compuesto por 16 sindicalistas y 16 representantes empresariales.