Analizan que recién en el último trimestre se podrían empezar a ver los primeros datos positivos.
Tras la revelación del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de diciembre, que evidenció una disminución del 3,1% en el último mes del año y una caída acumulada del 4,5%, los expertos comienzan a escrutar el horizonte, preguntándose hasta cuándo persistirá la recesión y cuándo se avistará una recuperación “Mientras que Milei asegura que la recuperación de la actividad tendrá forma de ‘V’, tanto del lado fiscal como comercial, la pregunta sobre la sostenibilidad es la que sobrevuela entre todos los analistas y bancos que siguen este mercado. No se podría depender indefinidamente de la licuación acelerada del gasto social en el futuro (incluso sin cambiar la fórmula de movilidad) sin que mejoren los ingresos”, advirtió GMA Capital en un reporte para sus clientes.
Aunque Milei sostiene que la reactivación tomará la forma de una “V”, tanto en el ámbito fiscal como en el comercial, la cuestión de la sostenibilidad pesa en la mente de todos los analistas y entidades financieras que siguen de cerca esta coyuntura. “No se puede confiar indefinidamente en la rápida reducción del gasto social en el futuro (incluso sin modificar la fórmula de movilidad) sin que los ingresos mejoren”, advierte GMA Capital.
El consenso entre los economistas es que el primer trimestre será claramente recesivo. A partir de abril, con la contribución del sector agropecuario, la caída podría atenuarse. Y hacia la segunda mitad del año, podría vislumbrarse una recuperación.
“Los primeros datos de 2024 sugieren una continuación de las caídas mensuales e interanuales en los principales sectores productivos, lamentablemente previsibles, a excepción del agropecuario y del producto en general”, destaca la consultora Outlier. Añade que la demanda seguirá deprimida hasta marzo: “Por el contrario, el ingreso real disponible está disminuyendo debido al ajuste de precios relativos mediante la inflación y el ajuste fiscal”.
Según Equilibra, a pesar de las buenas expectativas en la cosecha, la actividad solo podría recuperarse en el segundo trimestre si mejora el salario real, resultado de una marcada apreciación cambiaria, es decir, si el Gobierno retrasa el dólar oficial. Sin embargo, los analistas de la consultora dudan que esto ocurra debido a la fragilidad en el frente externo.
Hacia el segundo semestre, los economistas empiezan a vislumbrar algún tipo de repunte. “Aunque el impulso positivo de la producción agropecuaria comience a desvanecerse, las perspectivas de actividad para la segunda mitad del año son más favorables. Si el Gobierno consolida el ajuste fiscal y termina de reordenar los precios relativos sin atrasar excesivamente el tipo de cambio real, es probable que comiencen a observarse signos de recuperación hacia la primavera. Pero si la economía no logra estabilizarse, la recuperación será ardua y lenta”, indica Equilibra.
Por su parte, Outlier coincide en que el repunte podría comenzar en el segundo semestre, aunque se materializaría hacia los últimos tres meses del año. Todo ello, siempre y cuando el Gobierno avance con la unificación cambiaria prometida al FMI para junio.