El Banco Central no puede emitir para financiar al Tesoro y además está prohibido por ley aplicar controles cambiarios. El Presidente reiteró que sería posible salir de los controles cambiarios a mediados de año
La experiencia de dolarización total de la economía que llevó adelante Ecuador ya no es más una prioridad para Javier Milei. De hecho, el propio FMI puso reparos en apoyar una iniciativa semejante por parte de la Argentina. Por eso, ahora el equipo económico analiza otros esquemas para la salida del cepo cambiario, a partir de otras experiencias exitosas en América latina. El modelo peruano aparece como el que más se adapta a los próximos pasos que quiere dar el Gobierno en materia monetaria y cambiaria. Perú implementó el esquema que está vigente en la actualidad a principios de la década de 1990, con Alberto Fujimori en el poder y como respuesta a la hiperinflación que había dejado su antecesor, Alan García. Fue casi al mismo tiempo que el inicio de la Convertibilidad. La diferencia es que en ese país el modelo ya lleva inalterado más de 30 años, mientras que el “1 a 1″ duró poco más de diez años.En Perú, la política monetaria se encuentra, desde 1993, enmarcada dentro de la Constitución Nacional, donde se establece la autonomía del BCRA junto con su propia Carta Orgánica. Por ley, se dispuso que el Banco Central tiene prohibido “establecer regímenes de tipos de cambio múltiples”. En otras palabras, está prohibido constituir cepos cambiarios como viene sucediendo en la Argentina. Además, el Central tiene prohibido financiar al sector público y dar créditos sectoriales.
Horacio Liendo, ex director del Banco Central y ex subsecretario de Financiamiento durante la gestión de Domingo Cavallo, explicó que “en Perú existe la competencia de monedas hace décadas, básicamente entre el dólar y el sol. Pero a medida que la economía se fue estabilizando, la gente prefirió operar con la moneda local de manera creciente”. La mayoría de los créditos hipotecarios, por ejemplo, se otorga en soles.
En la Constitución de Perú de 1993 se prohibió el financiamiento monetario del Tesoro por parte del Banco Central y en la Carta Orgánica de la entidad también se establece la prohibición de imponer controles cambiarios o establecer tipos de cambio múltiples
La inflación de Perú se mantiene entre las más bajas de la región y el presidente del Banco Central, Julio Velarde Flores, ocupa su cargo ininterrumpidamente desde 2006, a pesar de las fuertes crisis políticas que sufrió el país, incluso con constantes cambios de presidentes.
El “modelo peruano” sería el más parecido al que se quiere instalar para la salida del cepo. “El dólar pasaría a tener vigencia legal y podría utilizarse para cualquier transacción, con poder cancelatorio”, agrega Liendo. Claro que el Presidente también explicitó que la competencia de monedas (que en la primera etapa incluye al peso), podría finalizar en una dolarización si el público privilegia entregar sus pesos a cambio de divisas.
La otra posibilidad es que conviva este esquema bimonetario, como sucede en países como Perú, Paraguay y Uruguay. Otros países de la región se manejan directamente con moneda local como Brasil, mientras que en Chile existe una unidad de cuenta (la UF) que indexa por inflación para realizar contratos y créditos (similar al UVA que se aplica para ya pocos casos en Argentina).
La fuerte reducción de la brecha cambiaria, que ya se ubica por debajo del 20%, generó especulaciones de todo tipo respecto a la posibilidad de apurar la salida del cepo cambiario. Sin embargo, el propio Milei se ocupó ayer en Expoagro de enfriar esta posibilidad y reiteró que recién podría hacerse a mediados de año. Mientras tanto, el objetivo es seguir acumulando reservas, aprovechando la cosecha gruesa, y eventualmente negociar un acuerdo con el FMI que le dé mayor solidez al esquema monetario y cambiario futuro.
La propia subdirectora gerente del Fondo, Gita Gopinath, le bajó el pulgar a una eventual dolarización, lo que dificultaría posibles planes del Gobierno para avanzar en esa dirección, algo que ya se descarta para el corto o mediano plazo.